Corriente Sindical Clasista
Declaración ante un nuevo tarifazo del gobierno
Dejamos un 2016 de desempleo, rebaja salarial, aumento del precio del
boleto, inflación en general… y una vez más recibimos el año nuevo con
anuncios nada alentadores. El Ministerio de Economía y Finanzas Danilo
Astori, junto a Álvaro García de la OPP y los presidentes de las
empresas públicas, anunció un nuevo tarifazo a partir del 1° de enero
del 2017. Se trata de un 7,5% en el caso de UTE, 8% en ANCAP y ANTEL y
8,2% en OSE, sumándose en este último caso un incremento complementario
adicional de 7,3% sobre el cargo fijo según la capacidad de consumo del
cliente. Este tarifazo implicará sangrar al pueblo en cientos de
millones de dólares más e inevitablemente generará más inflación.
En el caso de la energía, como lo denuncia AUTE, esta política
“…subsidia a los grandes consumidores y le garantiza rentabilidades
increíbles a los capitales privados que le hincaron el diente a la
energía eléctrica”. Es que el gobierno, en el marco de las exoneraciones
tributarias al gran capital, reduce la tarifa que pagan los monopolios
imperialistas, por ejemplo: UPM, que pretende instalar una tercera de
planta de celulosa, que además provocará graves impactos
socioambientales ya denunciados. Y a su vez, la generación de energía se
está privatizando, así lo muestran el desmantelamiento progresivo de la
Central Batlle, la construcción de la planta de generación térmica de
ciclo combinado por parte del monopolio imperialista surcoreano Hyundai y
el negocio suculento de los parques eólicos de capitales privados,
incluyendo a monopolios imperialistas yanquis, holandeses, españoles… y a
grandes burgueses locales como el Grupo Fernández, que fundió Fripur y
dejó a mil familias sin empleo. UTE se comprometió a comprarle la
energía a estos grandes capitales a 20 años por un precio fijo en
dólares, siendo más de diez veces más caro, y lo debe hacer aunque pueda
generar la energía suficiente en las represas hidroeléctricas, como de
hecho está sucediendo.
Por otra parte, para ANCAP, el gobierno
basa sus explicaciones en un futuro incremento del precio del petróleo,
en los gastos de instalación de una parada de mantenimiento de la
refinería en 2017 y en el pago de la deuda en dólares, que a su vez será
mayor por la suba del valor de esa moneda. Pueden decorar cómo quieran
su discurso, pero lo que no quieren recordar es la brutal crisis de
ANCAP que llegó a un déficit de 800 millones de dólares, responsabilidad
de este gobierno y de los anteriores. Además, durante los últimos años
se embolsaron decenas de millones de dólares gracias a mantener el
precio del combustible cuando se desplomaba el precio internacional del
petróleo, ahora sube algo el precio internacional del petróleo y
enseguida aumenta el del combustible, con claro fin recaudatorio.
En OSE, el tarifazo no solo es un problema de mala gestión. Para
comprender eso hay que considerar algunas perlas de un lago rosario. Una
de esas perlas la constituyen las pérdidas tanto comerciales como
físicas de agua (relación entre el agua elevada y el agua facturada),
sumadas fluctúa entre el 52% y el 53%, que demuestra la falta de
inversión en los lugares claves del organismo, lo que redunda en una
mala gestión y que los usuarios a través de la tarifa pagamos. Otra
perla es la de las tercerizaciones, que pretenden simular una reducción
de personal pero que a la corta generan graves problemas para el
organismo de gestión, sumado a mayores costos de administración y
control. Por otro lado, esto conlleva que las empresas tercerizadas
suministradoras de personal, se disputen el personal tercerizado que ya
está trabajando en OSE, aprovechando el conocimiento e instrucción que
tienen sin invertir un peso; además de violentar derechos de los
trabajadores como, por ejemplo, desconociendo su antigüedad o usar la
posibilidad de reducir sus ingresos desconociendo su anterior
remuneración. Es algo que se parece más a una corrupción legalizada que a
la solución de un problema de falta de personal y que a las claras
demuestra su ineficiencia tanto en costos como en gestión.
A
estas perlas hay que añadir la contaminación de las fuentes de agua a
causa del cambio del uso del suelo, monocultivo sojero y forestal, y el
consecuente uso de agrotóxicos que exigen de OSE una mayor cantidad de
insumos para la potabilización del agua, hecho que venimos denunciando
desde hace años y que hoy cobra vigencia al estar discutiendo el Plan
Nacional de Aguas que debe contar con estos asuntos. Y a esto se suma
también que en OSE hay un déficit superior a los 30 millones de dólares y
un endeudamiento importante con organismos internacionales de crédito.
De esta forma, el gobierno recurre a la conocida artimaña neoliberal de
desprestigiar a las empresas públicas y así intentar legitimar su
privatización, lo que incluye tercerizaciones, PPP y otras modalidades,
en lugar de poner a las empresas públicas al servicio del pueblo,
fomentando la industria nacional. Y es en esta sintonía que va por la
firma de TLC. Esta es la respuesta del gobierno oportunista y
proimperialista ante la crisis económica, haciendo que los trabajadores y
el pueblo paguemos sus costos, con pérdida de soberanía incluida.
El objetivo de los entes públicos no debe ser dar ganancia, ni
financiar los déficits del Estado, sino brindar servicios públicos
baratos para la población y la producción nacional. Los posibles déficit
que podrían provocar, en caso de ser necesarios, deberían cubrirse
sacandolés todas las excenciones a los monopolios imperialistas y con lo
recuperado de la moratoria de la deuda externa, así como poniéndole más
impuestos a la gran burguesía intermediaria, la banca extranjera y los
grandes latifundios.
Obviamente, eso no lo dice Astori cuando
pretende explicar el aumento de tarifas aludiendo al objetivo de reducir
el déficit fiscal (ya que la suba está por encima de los costos
operativos), ese déficit da cuenta de la crisis económica, a la que el
gobierno responde con más ajuste. Pero claro, la deuda externa se paga y
ahí el déficit no pincha ni corta, al gran capital se lo exonera y ahí
el déficit fiscal tampoco importa, los salarios altos de los cargos de
gobierno tampoco se tocan…
Otra afirmación de Astori es que los
aumentos son actualizaciones de acuerdo a la inflacion, con la
“contemplacion” de que están por debajo de este índice, este es un
argumento falaz ya que los aumentos se deberían dar en todo caso por el
aumento real de los costos de los insumos de producción y, como es
obvio, estos insumos y sus costos no son los de una familia uruguaya.
Mención especial merecen la cifra del IPC de noviembre, de 8,70%
(acumulado en el año), superando el 7% que preveía el gobierno como cota
máxima en este año. Y esto se desprende de las cifras oficiales, que no
reflejan del todo la real carestía, con los precios por las nubes,
entre ellos el del boleto, que sigue asegurando la ganancia a los
grandes empresarios del transporte. Además, esto se agrava teniendo en
cuenta el creciente desempleo (casi 60.000 ocupados menos que hace dos
años) y la rebaja salarial, reflejada en los consejos de salarios en los
que gobierno y sector empresarial retacean a los trabajadores el
salario que en sus justos reclamos exigen. Encima, se anuncia un
incremento de los impuestos al salario y a la jubilación.
Ante
todo esto, la mayoría oportunista en la dirección del PIT-CNT no va a
fondo. No solo es tenue en las medidas de lucha, siempre evitando el
paro activo de 24 hs, sino también en sus discursos: el Secretariado
expresa simplemente que no comparte la suba, la diferencia de la del año
pasado y ni siquiera usa la palabra tarifazo, que es el término que
cabe a tamaña medida antipopular.
Por su parte, la derecha
tradicional solo refiere a problemas de gestión de las empresas
públicas, de despilfarro, tratándolo simplemente como un tema de “modelo
agotado”, como expresa el reaccionario de E. Novick, o, de forma
oportunista, por derecha, algunos llegan a hacer referencia a cómo recae
sobre los trabajadores esta suba pero, como es esperable, no hacen una
denuncia profunda pues justamente este gobierno no ha hecho más que
continuar las políticas que otrora ellos aplicaban y que hoy siguen
impulsando, ¡el achique y la privatización de las empresas públicas
están dentro de sus planes!
Entonces, desde la CSC, rechazamos el
tarifazo y llamamos a unificar las luchas para derrotar todo el ajuste y
la rebaja salarial del gobierno.
¡¡NO al TARIFAZO, sí al SALARIAZO!!
¡¡En defensa de la empresas públicas, contra las privatizaciones del gobierno!!
¡¡Que la crisis no la pague el pueblo!!
Corriente Sindical Clasista