lunes, 30 de enero de 2012




Adicciones: problema de todos.
Debido a diferentes acontecimientos vinculados al consumo de sustancias, en que se vieron involucrados de distinta forma trabajadores de nuestra institución a lo largo de su historia, además de la población adolescente que atendemos en sus diferentes modalidades, es que planteamos nuestro punto de vista esperando que sirva de aporte para abrir el debate sobre una realidad que se nos presenta cotidianamente con todas sus complejidades y atravesamientos. Lo hacemos por acuerdo de la Mesa Directiva Nacional de nuestro sindicato en la cual participamos, porque este problema interfiere en nuestra intervención educativa en el aquí y ahora, y seguramente condiciona la futura inclusión de la juventud con la que trabajamos, en una sociedad que presuponemos basa sus relaciones entre los individuos que la componen, a través del trabajo productivo, la formación, la cultura y la actividad vincular en sus diferentes etapas del desarrollo.
En primer lugar, creemos necesario llegar a algunas definiciones del problema, para luego pensar en una estrategia de abordaje, y tal vez el primer punto a debatir para muchos de nosotros sea justamente si se debe considerar el consumo abusivo de sustancias como un problema. (Para mí lo es desde el punto de vista que condiciona al consumidor consecuente en sus vínculos y en sus actos, y muchas veces lo lleva a situaciones extremas, incluso la muerte).
Algunas definiciones de importancia.
La Organización Mundial de la Salud define a la adicción como “un estado de intoxicación crónica, nociva para el individuo y para la sociedad, provocado por el consumo repetido de un fármaco natural o sintético”. “Son características de la adicción, un afán exagerado por la ingesta de drogas, la tendencia a elevar la dosis, la dependencia primero psíquica y luego física a la sustancia, y la aparición de síntomas al suprimir la droga”.
Psicólogos especializados en el tema consideran que la dependencia priva al individuo de toda acción libre.
La persona drogodependiente tiene al opresor introyectado (como parte de sí mismo), y para que pueda visualizarse como oprimido por una sustancia externa a los efectos de encontrar un camino de lucha hacia la vida, que no es ni más ni menos el camino hacia su desarrollo, hacia la libertad, debe luchar como persona concreta que es, y no ser cosificado (tratado como una “cosa” que se debe reparar). En el tratamiento específico, todos los recursos humanos y materiales, tanto el equipo de salud como el sufriente deben estar co-implicados en una tarea grupal, colectiva, para llevar adelante la intervención y la rehabilitación. La lucha por la reconstrucción de vínculos deteriorados o empobrecidos, así como el reinicio de un proceso hacia la salud, parte del auto reconocimiento del drogodependiente de su situación como “persona abstracta destruida”. De esta forma habilita considerarse luego a sí mismo como “persona concreta”, con su historia, sus potencialidades, su acervo cultural su formación, sus afectos y sus vínculos.
USO – ABUSO - DEPENDENCIA.
USO: Se considera cuando el individuo accede a consumir sustancias entre 1 a 6 veces al año, actitud motivada por imitación, contexto ambiente, circunstancias, o hasta ingenuidad.
Es un alerta muy significativo, y el abordaje en este momento del acercamiento a las drogas tiene amplias posibilidades de frenar una posterior carrera al consumo.
ABUSO: Comete abuso de consumo aquella persona que frente a cualquier situación de la vida cotidiana que le implique tensión (placentera o di placentera) necesita de una sustancia externa para sentirse “en caja”. En esta etapa hay muchísimas posibilidades de éxito en el tratamiento.
DEPENDENCIA: Implica consumo diario. Se trata de las personas que desde que se levantan su “lei motiv” es procurar los medios para consumir. Sus vidas están regidas por el consumo. En esta etapa, solamente entre un 3% y un 5% tienen posibilidades de rehabilitación.
Existe una corriente psicológica que en esta etapa es partidaria de la reducción del daño como estrategia de tratamiento.
La manera mas común de ilusionarse e ilusionar a los demás consiste en presuponer algo en el conocimiento, como si fuese bien conocido y de esa forma tolerarlo como tal. Por consiguiente consideramos pertinente informar e informarnos cada vez mas sobre el tema de la drogodependencia, atravesar el problema, debatirlo y tomar posición, que debe ser una posición clasista, con contenido político-ideológico también, porque además de un problema individual, es un problema social que se da en el marco del sistema capitalista de producción y donde los más afectados son los hijos de los pobres en estos momentos y los trabajadores mismos, sin los cuales no habrá cambio social.
Estamos convencidos que por todos los medios las clases dominantes, tratan de que los trabajadores y sus hijos estén cada vez más amoldados al sistema, que no haya rebeldía, y en ese contexto la dependencia de las sustancias psicoactivas juegan también su rol político de sometimiento a un gran sector de la población.
Así ocurre con los individuos dependientes cuando ilusionan y se ilusionan con un tratamiento que en el fondo no creen. Semejante saber no se mueve de su sitio a pesar del discurso. Es decir que hay incapacidad de cambio real de la situación. La expresión de la dependencia presenta una gran inestabilidad emocional, donde se padecen reacciones disarmónicas dadas por la intensidad y calidad de las situaciones vivenciales basadas en la incapacidad para soportar las frustraciones, que sienten como ataques intensos al núcleo narcisista.
Poli causalidad o Series Complementarias.
En el desarrollo de un individuo hay varios componentes que van determinando de cierta forma el acercamiento o no al consumo de sustancias psicoactivas.
1. Factores genéticos estructurales.
2. Vivencias infantiles, como la dramática edípica, la situación triangular, y grupo primario de pertenencia (familia). Estos llevan a la predisposición.
3. Vivencias de la niñez, la adolescencia, la adultez y la tercera edad que tengan nexos con la predisposición de los individuos.
4. Factor desencadenante, detonador del desequilibrio.
El hombre es un ser bio - psico - social, único e indivisible y por lo tanto se debe abordar desde todas sus manifestaciones, en sus vínculos sociales, conducta, alteraciones físicas y por supuesto manifestaciones de su mundo interno que dificultan su relaciones con el mundo externo.
Todos estamos en diferente medida o grado, alterados. Deberíamos considerar un espectro que va de leve a grave alteración. Se debe considerar construir un concepto de salud desde lo más mínimo del desequilibrio, desde lo más leve de las neurosis.

Hacia una posición político sindical sobre el abuso de sustancias psicoactivas.
Creemos que científicamente se ha podido comprobar los efectos negativos que el consumo de sustancias psicoactivas, causan en los individuos que hacen uso y abuso del consumo de las mismas.
Desde una posición de clase, debemos atacar el problema desde el punto de vista de la dependencia. La imposibilidad que las sustancias psicoactivas generan en el individuo de tomar decisiones haciendo uso de su libertad, (aunque el drogodependiente crea que sí toma decisiones propias), es un punto central de la discusión, así como los problemas en la voluntad, y los trastornos que se sufren en otros tipos de conducta, en el síndrome de abstinencia: paroxismo y luego profundas depresiones entre otras tantas, que como denominador común, tienen al sufriente en una incapacidad de vincularse de forma tal, que pueda desempeñar una tarea de forma eficaz y eficiente, así como estructurarse en la vida cotidiana con la resilencia necesaria, que le permita sobreponerse a situaciones adversas y seguir caminando fortalecido por la experiencia vivida. Es más, muchas veces se llega a la adicción debido justamente a un déficit en su resilencia, en su estructura psicológica.
Quizás algunos compañeros consideren extenso este material, ya que tiene como dijimos mas arriba, el objetivo de aportar a un debate que el gremio del SUINAU se debe dar, y luego tomar una posición de conjunto. Pero consideramos que ante la complejidad del problema, es necesario transmitir la información necesaria que posibilite el encarar el tema con la seriedad que requiere, además de servir como disparador de otras investigaciones y otros aportes que nos lleven a un mayor acercamiento para la solución de este gran tema de nuestro tiempo.

Un abrazo compañero.
Jorge Pérez.

Bibliografía consultada: Revista Actualidad Psicológica. Noviembre de 2010. Artículo “Un enfoque de comunidad terapéutica para el abordaje de la drogodependencia”. Miguel Ángel Materazzi.

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