sábado, 7 de abril de 2012



Nuevo motín en Berro.

Nueva situación que nos preocupa.

En el transcurso de la noche del 5 al 6 de abril se produce después de un tiempo prudencial, un nuevo motín de jóvenes en el Centro Ariel de la Colonia Berro.

Estos hechos confirman una preocupación que desde largo tiempo tenemos, en referencia al hacinamiento de jóvenes en el Hogar; una política de retroceso conceptual en cuanto al tratamiento del problema de los jóvenes privados de libertad, en donde se hace centro en una política represiva y carcelaria, y se deja en segundo plano la labor educativa.

No podemos seguir quedando contentos con la existencia de alguna situación excepcional dentro del sistema, como puede ser el hogar Ituzaingo, que además se usa como vidriera para mostrar que un sistema está funcionando, a organizaciones de Derechos Humanos, al Poder Judicial y a la opinión pública en general. En realidad lo que está pasando en el sistema de privación de libertad de INAU, es que los centros están pasando por pésimas condiciones de trabajo para los funcionarios de atención directa, una situación de hacinamiento y violación de derechos permanente a los jóvenes internados, y si no hay fugas es en base a un gran esfuerzo de los trabajadores, a una intolerable exposición de los mismos a situaciones permanentes de violencia y de stress, y por supuesto a un refuerzo de las guardias perimetrales a cargo del Ministerio del Interior.

Los trabajadores no podemos ser cómplices de esta situación. No pueden hacerse declaraciones a la prensa infundadas e irresponsables, como las que vimos en los medios, de parte de algún integrante del sindicato que no sabemos quien fue, pero que no estuvo en el lugar de los hechos del Centro Ariel, diciendo que el motín se debió a una lucha entre bandas, ni tampoco podemos compartir los dichos a la prensa de la gerencia de SEMEJI expresando que fue un intento de fuga. Ninguno de los que declararon a la prensa estuvo ni un minuto en el hogar Ariel luego del motín y mucho menos durante el mismo. Nosotros que pudimos estar durante toda la jornada del 6 de abril, pudimos comprobar que la causa del mismo, son la mala praxis en el sistema de privación de libertad. Hacinamiento de jóvenes, sobresfuerzo de los trabajadores, poco personal en los turnos, edificios que hace años debieron ser dejados de utilizar, demoras de la intervención policial, superpoblación de jóvenes en todo el sistema.

Este hecho que por fortuna no tuvo funcionarios lastimados, es un alerta. Como ocurre siempre en estos casos, los jóvenes, como cualquiera de nosotros, irán aprendiendo sobre la práctica distintas maneras de enfrentar las situaciones que les toca vivir. Y cuando falla lo educativo, cuando se trabaja permanentemente sobre la urgencia, y la palabra tiene poco lugar tanto para el desahogo de las angustias sufridas por los internados, como para la educación y el aprendizaje, el acto irreflexivo comienza a predominar en los sujetos que componen los grupos, tanto de jóvenes como de adultos que deben compartir largas jornadas en el día a día. Trabajar sobre la urgencia, sobrepasados por una situación que se viene dando desde hace ya demasiado tiempo, significa para el joven internado, la sensación de ausencia y abandono tan repetida en sus vidas del mundo adulto, sea para la educación, el apoyo o el aprendizaje de nuevas formas de relacionamiento en lo social amplio. Por lo tanto, no podemos hablar de habilitación de jóvenes para una vida en sociedad, en el mundo del trabajo como se dice constantemente por ahí en nuestros lugares de internación. En SEMEJI todos los trabajadores somos conscientes que tenemos un debe en ese sentido, y que no es por culpa de los trabajadores, sino de un sistema perimido y con falta de creatividad para definir y diseñar programas con otra cabeza, humanizante y realmente educativo.

Hoy, los trabajadores en el Ariel, continuaremos con nuestras tareas, sin baño porque fue destruido en el motín. Con una pieza menos, quien sabe por cuanto tiempo, con objetos como cubiertos de metal perdidos en el motín, Sin oficina, ni sala para el maestro ni los talleres, con un comedor para funcionarios improvisado, y seguiremos abriendo piezas, sacando a los jóvenes a almorzar, a las pocas tareas educativas que podemos hacer, a los patios correspondientes, a las atenciones médicas en el policlínico, y todo a riesgo personal de los trabajadores. ¡Esa es la realidad que se vive en Berro, señores!!! Como suele decir un compañero en las reuniones de la Mesa de SIRPA y en las Asambleas.

Lamentablemente, tenemos que decir, que analizando la situación de Colonia Berro y por que no, de todo SEMEJI, ¡ESTO NO TERMINA ACÁ! Ya no quedan centros donde meter más gurises. Las construcciones prometidas se demoran, y el ingreso de personal es un parche a la situación , si no se toman otras medidas con mas premura, como la construcción de edificios nuevos y que sirvan para la privación de libertad, pero sobre todo si a nivel de gobierno no se toman decisiones de desarrollo productivo que permitan crear fuentes de trabajo genuino y salarios dignos que posibiliten demostrar a nuestra juventud, que no es nada más ni nada menos que el futuro del país, que se puede vivir dignamente del trabajo industrial, productivo y de servicios en el Uruguay del siglo veintiuno.

El gobierno llora porque el MERCOSUR no anda bien, porque Argentina y Brasil toman medidas proteccionistas a sus productos y no nos compran los nuestros. ¿Y que esperaban en tiempos de crisis capitalista mundial? ¿Que los países vecinos dejen venir abajo sus producciones para hacernos un favor, cuando realmente lo que deben hacer nuestros gobernantes, es defender y desarrollar el trabajo y la producción nacional, en lugar de vender al extranjero nuestras tierras, nuestros recursos naturales, y desmantelar nuestra industria nacional primarizando nuestra economía sumiendo a nuestro país en la dependencia al poder imperialista. Hoy para sobrevivir soberanamente, hay que recortar las ganancias de los capitalistas, dar un salariazo que eleve el poder adquisitivo de la clase trabajadora, para reactivar el mercado interno y no depender tanto de las exportaciones. Hay que empezar a exigirle realmente a los que más tienen, los latifundistas, el capital imperialista, los banqueros, y desarrollar nuevamente las industrias de nuestro país. Claro, estamos hablando de otro país, de otra sociedad para la clase trabajadora…. Anti neoliberal en todos sus términos.

¿Y por que hablamos de medidas económicas, y de políticas económicas distintas a las llevadas adelante hasta ahora en este artículo que trata de los problemas de SEMEJI? Porque ese es el centro de nuestro problema principal: la marginación de cada vez más uruguayos, debido a su exclusión del mercado laboral por imposición del sistema capitalista en decadencia, o por elección propia porque no buscan trabajo por las dificultades que éste presenta para el ingreso, debido a una muy mala formación, deserción escolar y liceal, que pone barreras a la inclusión a un sistema productivo que exige cada vez más conocimientos, y porque el tener acceso a empleos de baja calidad no alcanza ni para salir de las franjas de pobreza extrema.

Además el sistema educativo cada vez le llega menos a las clases más desposeídas cuyos hijos caen en el consumismo propagandeado desde los centros de poder a través de los medios de comunicación masiva, y para ello llegan a la infracción a la ley penal y entran en el sistema perverso que tenemos. A esto se le suman las adicciones a sustancias psicoactivas que deterioran aún más las condiciones de vida y alejan aún más a miles de jóvenes, de posibilidades de inserción social y laboral.

Es tiempo de movilización y de lucha. Esta situación no cambia solamente negociando entre cuatro paredes; el pueblo uruguayo debe estar enterado del por qué pasan ciertas cosas, que los trabajadores sabemos mejor que nadie.

Vuelven las rebeliones de cierto modo justificadas, y mal encaradas dese el punto de vista de clase, porque nos pone enfrentados a pobres contra pobres. Solamente los trabajadores podremos encauzar la solución del problema desde un punto de vista de clase, y será tarea de todo el movimiento de los trabajadores, luchando de conjunto por la solución de los problemas de todos en un programa general de públicos y privados, que incluya la lucha por el salario digno, las condiciones de trabajo, la seguridad en el empleo, el derecho a la educación, la salud laboral, las jubilaciones dignas, en fin…. La lucha contra toda injusticia en cualquier lugar que se de.

Jorge Pérez. Abril de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario