lunes, 18 de junio de 2012




Nuevos procesamientos de trabajadores en SIRPA.
Otra vez se corta el hilo por lo más fino.
Los meses de mayo y junio nos sorprenden con una nueva andanada de medidas contra los trabajadores, por parte de la institución y del Poder Judicial.
La justicia, luego de tomar declaraciones a ocho funcionarios, resuelve el procesamiento de siete compañeros trabajadores del Hogar Sarandí, por la fuga  de trece  jóvenes sucedida en dicho Establecimiento.
De nada sirvieron las argumentaciones de la defensa, ni lo demostrado por la descripción del cargo de las funciones que los compañeros desempeñan en su trabajo y que es el de Educador, aunque se lo designe por incoherencias institucionales como Instructor V, grado 2 o 6 según el tiempo de trabajo en la institución, Escalafón “D”. La función de Educador, es incompatible con la de cuidador o carcelero y no es culpa de los trabajadores, sino de las autoridades y de la falta de recursos humanos y materiales en que está sumido el INAU, que sean obligados a la polifuncionalidad los funcionarios que responsablemente toman los turnos día tras día.
Nosotros nos apegamos a la descripción del cargo de Educador, que en ningún aspecto hace referencia a que la custodia en el sentido de guardia cárcel forma parte de la función que debe cumplir un trabajador afectado a la educación en el cotidiano de un hogar.
Pesaron mucho más las declaraciones condenatorias hachas en la prensa de la Senadora Lucía Topolansky, y las declaraciones del Presidente del INAU Javier Salsamendi, (que sirvieron de fundamentación para el procesamiento de los compañeros), que el sentido común y una lectura correcta de la realidad institucional que todos sabemos existe, y que los mandos medios callan para preservar sus cargos dados a dedo en la gran mayoría de los casos.
Indudablemente, la decisión del procesamiento sin prisión de los compañeros del “Hogar” Sarandí obedece a la presión política ejercida, y nos expone a todos los trabajadores del SIRPA  y de todo el INAU, a sufrir situaciones similares ante cualquier incidente a los que estamos expuestos permanentemente en nuestro trabajo.
Los partidos tradicionales hacen gárgaras con la baja de la imputabilidad, o el aumento de las penas a 10 años a menores de 18 años, tomando como bandera electoral el tema de la seguridad ciudadana, armando un contexto  más virtual que real, a pesar de reconocer la violencia de algunos delitos que la prensa grande se encarga muy bien de sobre dimensionar para crear en el imaginario social, la idea que cada joven es un sospechoso de cometer delitos, o un permanente infractor irrecuperable.
Este Gobierno penaliza la pobreza, la lucha de los trabajadores y las imposibilidades de cumplir bien una función por parte de trabajadores que están permanentemente trabajando bajo presión, con carencia de recursos humanos y materiales, y con hacinamiento infrahumano de jóvenes internados desde hace ya demasiado tiempo.
Este tipo de situaciones, nos lleva a reafirmar nuestra desconfianza en un organismo que vemos clasista, que no es igual para todos y desenmascara la esencia del poder burgués y sus instituciones de coacción y represión, entre las cuales se encuentra el poder que debe administrar justicia en nuestro país y lo hace de manera selectiva.
Hay elementos que la justicia no tomó en cuenta, y qué casualidad, justamente no encuentra responsabilidad en las autoridades que son las que dieron las ordenes de implantar un sistema de trabajo que lo hace más inseguro para los trabajadores e incluso hacía imposible la realización de las tareas de contención que se les adjudican. Falta de experiencia de los mandos de entonces, junto a la falta de sentido común demostradas por los mismos, armaron tal vez inconscientemente un contexto de inseguridad mayor al que siempre tuvo el Hogar Sarandí, e imposibilitaron toda medida de previsión y observación certera, de lo que estaba aconteciendo en momentos de las fugas, por parte de los funcionarios también con poca o ninguna experiencia en sistemas de seguridad.
Pero más allá de los hechos ocurridos en sí, queda demostrado una vez más lo que está pasando en el SIRPA. Queda  al descubierto que si bien se han bajado las fugas en el sistema, esto no se debe (como muchos dicen o quieren hacer ver), a que ha mejorado la gestión  con esta nueva administración, sino a un sobre esfuerzo de los trabajadores. Seguimos aún con los edificios derruidos en Colonia Berro y muy poco se ha construido a pesar de los refuerzos presupuestales y de otra índole que el INAU ha recibido por parte del Poder Ejecutivo. Continuamos con el hacinamiento de jóvenes, que cada vez se incrementa mas y mas. Se sigue trabajando deficientemente con el tratamiento de la niñez y la adolescencia en riesgo; se habla de sus derechos y eso queda en el papel y la palabra, porque siguen siendo permanentemente vulnerados en la práctica cotidiana.
Se retrocede hacia el paradigma de lo custodial y punitivo, dejando en un segundo plano las prácticas educativas, pero todo también improvisado, sin recursos materiales y humanos necesarios que permitan la configuración de un sistema seguro de trabajo  que posibilite intervenir pensando en la reinserción social de los jóvenes privados de libertad, o en situación de riesgo social.
Todo esto suma  para que las condiciones de trabajo sigan siendo paupérrimas, a  lo que se le agrega ahora, que trabajamos con la “espada de Damocles” sobre nuestras cabezas. Eso fue comprendido por los trabajadores que participamos en la Asamblea y movilización del día jueves catorce, en donde se efectuó una gran demostración de solidaridad con los compañeros, bronca por el procesamiento de trabajadores lo que consideramos de extrema injusticia, y también una demostración hacia las autoridades del INAU, de que los trabajadores estamos de pie y decididos a defender nuestros derechos y nuestras fuentes de trabajo.
¡Arriba los que luchan!
¡Abajo los que entregan!
                                                
                                          Jorge Pérez.

miércoles, 6 de junio de 2012


Declaración ante el fallecimiento del compañero Dr. Helios Sarthou.
En estos durísimos momentos el Espacio Clasista del SUINAU lista 917-1886 expresa estas palabras de despedida y homenaje al gran abogado y amigo de todos los trabajadores de nuestro país.
La vida pasa, pero quedan las grandes obras de aquellos que dieron su vida hasta  último momento por una causa tan noble y que quedará en el corazón y mente de quienes lo pudimos conocer desde la trinchera parlamentaria, aconsejando sindicatos en conflicto, representando a trabajadores humildes y organizados en lucha por sus derechos.
Helios comienza una temprana militancia internacionalista, con apenas 11 años subido encima de en un cajón en la calle, supo agitar  para la causa de la defensa de la República Española asolada por el fascismo. Por ello, reconocemos a un infatigable luchador antiimperialista y contra la explotación capitalista. Un intelectual comprometido, profesional y docente universitario al servicio del pueblo.
Supo levantar desde el pie organizaciones de izquierda radical, destacado diputado y senador abierto a las necesidades populares; supo denunciar a los que persiguen privilegios y cargos, algunos de los que hoy en el  gobierno prefieren ignorarlo.
Recordaremos a Helios apasionado e incansable defendiendo la causa de la clase trabajadora, al compañero y amigo de todas las horas, por ello nuestro recuerdo. Trataremos de seguir ese camino que ayudo a tender, desde nuestro sindicato  luchando por la Justicia Social y por una sociedad sin explotados, ni explotadores.
¡¡Salud, maestro, amigo y compañero!!¡¡Hasta siempre querido Helios!!
ESPACIO CLASISTA SUINAU lista 917-1886
4 junio de 2012.-
--