Proclama del 1° de Mayo
de 2018.
Acto clasista. Corriente Sindical Clasista.
Compañeras y compañeros:
Nos encontramos en un nuevo primero de Mayo, día internacional de los
trabajadores, en un aniversario más de recordación y de lucha en honor a los mártires
de chicago.
Hoy en 2018, año signado
por las luchas por el presupuesto, la rendición de cuentas (últimos de este
período de gobierno pseudo progresista), el salario y la defensa de las fuentes
de trabajo.
Teniendo también como eje
principal de nuestras luchas, la recolección de firmas por un referéndum en
contra de la Ley de Riego, pergeñada por el gobierno para beneficiar una vez
más a la oligarquía y el capital imperialista, en detrimento de los desposeídos
del campo y la ciudad. Luchar en contra de esta ley, es luchar contra la
privatización del principal bien natural para la vida de todos los uruguayos,
consagrada en la constitución como un derecho humano inalienable.
Más de 40 mil puestos de
trabajo se han perdido en los últimos tres años. Hoy nos encontramos con que
los frigoríficos PUL y otros envían a cientos de trabajadores al seguro de paro
por carencia de ganado para faena, Cierran pequeños comercios como la Panadería
Fiesta de Oro dejando a 50 familias en la calle, sumando más y más obreros de
la industria y el comercio a la pauperización y la miseria. Ni que hablar de la
industria láctea y la crisis de los tamberos, a la que se suma la cooperativa
metalúrgica Puerto Sauce en Juan Lacaze que los obreros ocuparon la planta
porque no pueden utilizar las maquinarias para producir. Juan Lacaze ya había
sufrido el cierre de Fanapel.
La crisis de la industria
manufacturera es un hecho. Cierres de plantas en la industria del papel, del
cuero, de la vestimenta, textiles y de la industria metalúrgica, debido a una
política entreguista que no protege la industria nacional y el empleo de los
trabajadores del país.
Danilo Astori, ministro
de economía, no cumple con el 6% para la educación y udelar y el 1% de
inversión en investigación, sumiendo aún más al país en la dependencia del
imperialismo. La educación empobrecida, cientos de adolescentes abandonan los
estudios a nivel secundario, y muchos de ellos no llegan a terminar primaria.
Los planes de inserción de jóvenes a los centros de estudio son un verdadero
fracaso, ya que todos sabemos que no les sirve para la inserción laboral que
cada vez pide mejor educación sobre todo técnica. Aumenta la cantidad de
jóvenes que no estudia ni trabaja, y eso hipoteca el futuro de nuestro país y
el trabajo y la producción nacional.
No se controla el
comercio exterior, y el atraso cambiario favorece las importaciones destruyendo
la industria manufacturera local. Esto sumado a la inversión extranjera
favorecida por la quita de impuestos, a empresas como UPM, Montes del Plata y
las instaladas en zonas francas, que cada vez son más, destruyen el aparato
productivo nacional, primarizan la producción como mandan los organismos
internacionales de crédito, envenenan nuestras tierras con agrotóxicos que se
usan en las grandes extensiones de plantaciones de soja, envenenando también
nuestros ríos y arroyos con las mega plantas de celulosa, empobrecen las
tierras con la forestación para surtir a las mismas, y extranjerizan nuestro
suelo que ya lleva más de la mitad de las hectáreas productivas de nuestro país
en manos de extranjeros, incluso sociedades anónimas. Con este rumbo económico,
perdemos soberanía alimentaria y destruimos el aparato productivo del país, las
fuentes de empleo y el salario. Se hace necesario un movimiento sindical con
independencia de clase y de todo gobierno, que se lance a la lucha por la
defensa de las empresas públicas, como UTE, OSE, ANCAP, PUERTOS y el
Ferrocarril, así como la salud pública y la educación.
Luchar por el
mantenimiento de las fuentes de trabajo reduciendo la jornada a 6 horas sin
rebaja salarial en la industria, aumento de salario mínimo a media canasta
familiar que hoy ronda los 76 mil pesos ya que consideramos que sin un
salariazo no podremos dinamizar el mercado interno e iniciar el camino hacia la
soberanía nacional en un tiempo prudencial.
La lucha contra el
oportunismo En el movimiento obrero es fundamental. En la Construcción sus
dirigentes están jugados a UPM 2 para salir de la crisis que enfrenta la
industria del sector, mientras a costa de ello miles de obreros uruguayos se
van quedando sin sustento. Los oportunistas están jugados a no hacerle
conflictos al Frente Amplio en tiempos preelectorales, aceptando las políticas
entreguistas y anti-obreras del Gobierno.
Nos enteramos en los
últimos días que entre los acuerdos secretos entre el gobierno y UPM, está el
uso de las aguas subterráneas del acuífero guaraní. Más entrega del país al
imperialismo que no sacia su sed de explotación a los pueblos del tercer mundo
y exige más y más beneficios y destrucción de recursos naturales de nuestros
pueblos de américa, para acrecentar sus ganancias.
Nosotros, manteniendo la
independencia de clase que debemos preservar, lucharemos por los intereses de
todos los trabajadores a pesar de los pesares. Es una promesa.
Asimismo, consideramos
que la unidad obrero estudiantil es fundamental para lograr que los hijos de
los trabajadores puedan acceder a formación terciaria y universitaria, y que la
unidad obrero-campesina, es indispensable para defender la soberanía
alimentaria, las fuentes de trabajo en el campo y para ello es necesario ir
forjando la unidad con los pequeños y medianos productores del campo.
No debemos olvidar a
quienes hoy no tienen techo, ni trabajo, ni como mantener a sus familias y
viven en situación de calle. Vemos como aumenta la cantidad de compatriotas en
esta situación, hecho que no podrá revertirse sin un cambio radical y profundo
de la política económica. Política que defienda el trabajo y la producción
nacional y el salario, deje de cargar al trabajo de impuestos injustos como el
IRPF y el IVA y cargue sobre las importaciones de productos que se pueden
producir en el país a los efectos de dinamizar el mercado interno. Sacar el IVA
a los productos de la canasta alimentaria, detener en el campo el número de
hectáreas dedicadas a la soja transgénica y la forestación son medidas
indispensables para desarrollar políticas a favor de la clase obrera y el
pueblo.
NO a las privatizaciones
en el Estado.
No al IVA y al IRPF.
Si al 6% para la
educación.
Si al salariazo que lleve
el salario mínimo a la media canasta familiar.
Si al plan nacional de
vivienda.
Si a la defensa del
pequeño y mediano productor del campo.
Si a la defensa del
trabajo y la producción nacional.
No a UPM 2.
No a la soja transgénica.
¡Arriba los que luchan!
Corriente Sindical
Clasista. 1° de Mayo de 2018.
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