martes, 19 de julio de 2011


Situación general.

El SIRPA produce discrepancias en el seno del Gremio.

En los últimos días la Dirección Nacional del SUINAU realizó una Asamblea de funcionarios afectados a la División ex SEMEJI, hoy llamado Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente SIRPA, recientemente votado en el Parlamento.

Esto sabemos, que en un plazo de dos años dejará de pertenecer al INAU y pasará a ser otro organismo descentralizado dependiente aparentemente del MIDES en el 2014. Y digo “aparentemente” porque hay discrepancias al respecto entre integrantes del Gobierno y también en integrantes de los partidos de la oposición.

En primer término daremos nuestra opinión desde el punto de vista técnico, y luego desde el punto de vista político, mostrando nuestra discrepancia con el proyecto en general.

Primero, porque ninguna de las medidas parlamentarias tomadas en referencia a la adolescencia infractora de nuestro país, lleva a una solución de fondo del problema de violencia e inseguridad que sufre nuestra población.

Segundo porque se abandonan todas las políticas socioeducativas , en aras de parar las fugas del sistema de seguridad del INAU, volcándose a políticas netamente punitivas que a la larga llevan a un agravamiento del problema, porque saturan los centros de detención de menores de 18 años, provocan hacinamiento en los hogares como ya está sucediendo, perjudica a los trabajadores deteriorando sus condiciones de trabajo y resintiendo la atención adecuada de los jóvenes internados lo que puede terminar en situaciones de explosión de la violencia provocada por el encierro en masa, con pocos recursos humanos y económicos que resultan insuficientes ya en estos momentos.

Es sabido que lo único que preocupa a estas autoridades es que los jóvenes no se fuguen de los hogares, y dejando en un segundo o tercer plano las actividades educativas. Eso se manifiesta en la reducción de jóvenes que concurren al liceo en Colonia Berro y en la participación de éstos en talleres de oficios, etc. Aún en las actividades que se realizan dentro de los hogares, la carencia de personal suficiente y la mezcla en las derivaciones y la falta de proyectos que apunten a un funcionamiento integral de Colonia Berro, hace que las tareas educativas se vean cada vez más reducidas a pocos jóvenes.

En una institución total como INAU, se debería velar por minimizar el daño psicosocial del encierro tratando de reducir al máximo el ocio improductivo, realizando tareas con los jóvenes que le sirvan para su formación en una etapa de desarrollo en que son psíquica y emocionalmente vulnerables.

Otro hecho que demuestra la inclinación de esta administración a gestionar las medidas de seguridad desde una perspectiva punitiva, abandonando el concepto de protección integral del niño y adolescente privado de libertad, es el proyecto de construcción de un mega establecimiento en los predios de Berro, para albergar entre 350 a 500 jóvenes infractores. Esto abandona la idea de pequeños hogares, con las derivaciones adecuadas, que permitan la progresividad de los internados dentro del tiempo de privación de libertad, que permita un trabajo multidisciplinario apuntando a una verdadera inserción social del joven a través de su preparación para el trabajo.

En ningún lugar del mundo donde se pretende trabajar educativamente hacia la inserción social de los jóvenes con problemas de la talla que atendemos en el INAU en el SIRPA o como se llame ya, se apuesta a centros carcelarios de estas dimensiones, sino que se estructura un sistema de pequeños hogares, de diez o doce adolescentes por centro y se trabaja en medidas como la reparación del daño causado por el joven, proyectos laborales y de aprendizaje obligatorios, y el menor encierro posible.

Claro que para lograr esto hay que invertir dinero en cantidades importantes, los cargos de decisión deben estar capacitados, y las medidas de privación de libertad deben aplicarse en serio como último recurso y por el menor tiempo posible. Pero también debe trabajarse en la prevención, visitar familias, evitar que existan niños de la calle y garantizar los derechos mínimos indispensables de trabajo, alimentación, vivienda digna, educación y seguridad en el ámbito familiar, que no sean agredidos en edades tempranas los niños del pueblo mediante la violencia familiar.

Se está notando cada vez más en la población que atendemos en privación de libertad, la falta de muchos familiares directos en el cumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad en referencia a sus hijos, y en esto el Estado que debe intervenir para asegurar el desarrollo sano en integral de quienes van a ser parte del futuro del país, es totalmente omiso. Las políticas de desarrollo social implementadas desde el extranjero mediante los mandatos de los organismos internacionales de crédito no sirven para nada en nuestro país, para obtener resultados en el mediano y largo plazo. Porque para lograr un desarrollo con inserción social de todos los ciudadanos hacen faltas políticas de pleno empleo, educación y salud para todos y condiciones de vida digna que jamás se lograrán en el sistema capitalista dependiente que tenemos.

El oportunismo en el gobierno se dio cuenta de esto, y abandonando toda política de “profundización de la democracia” que siempre fue un verso revisionista para negar la posibilidad de la revolución en nuestro país, hoy se desenmascara y crea más dependencia, extranjeriza la tierra, se vuelca a la inversión extranjera y se entrega al capital financiero internacional logrando un crecimiento del país, aumentando el PBI, pero sin desarrollo, y con un importante empobrecimiento de gran parte de su población. Y los hijos de esa población son los que caen en nuestros establecimientos, porque inclusive la Justicia en el capitalismo es selectiva y encierra a la pobreza mucho más que a los ladrones de guante blanco. Hoy se ha duplicado la cantidad de jóvenes internados en Colonia Berro, en referencia al año 2010. Y vemos como en este invierno del 2011 tenemos jóvenes durmiendo en el suelo, la alimentación va siendo cada vez más ajustada y las situaciones de violencia incluso entre el mismo grupo de jóvenes de un centro, se van incrementando.

Dirección Nacional vs. Mesa de Berro.

En este contexto, la Dirección Nacional del Gremio es de la opinión de que esta administración gestiona la institución mucho mejor que las anteriores. No comprendemos much0o esta luna de miel con el Directorio actual del INAU. Tampoco entendemos por que, justamente en los meses anteriores a las elecciones nacionales, hace una propuesta de disolver la Mesa de Berro y conformar una mesa del SIRPA.

Todos somos conscientes de que la actual Mesa de Berro no ha dado respuestas a la problemática de los trabajadores. Pero sabemos que los trabajadores podemos cambiar esa realidad en octubre cuando se realicen las elecciones. Pero debemos reconocer también que estamos con un gremio desmovilizado en general, no solamente en Berro y que además hay cientos de trabajadores afectados a este lugar de trabajo que tienen su realidad muy especial y que se merecen tener una mesa como así se decidió en plenario nacional hace varios años. Se habla de que se haría un plebiscito, cosa que no esperábamos de una conducción que hasta el momento no se caracterizaba por ser leguleya y demasiado burocrática, y que tenía ciertas aperturas con los trabajadores para facilitar la participación.

Nosotros no creemos que este Directorio haya mejorado la gestión del INAU. Vemos en nuestra realidad como basa su accionar en una mayor exigencia a los trabajadores, en un mayor apoyo del Ministerio del Interior para parar las fugas, y que ha utilizado en silencio pero reiteradas veces la política del garrote.

Creemos que se hace necesario abrir la discusión, llamar a un Plenario Nacional y plantear todo lo que se tenga que plantear y salir a dar la lucha por las reivindicaciones que los trabajadores tenemos desde hace ya mucho tiempo:

· Ingreso de Personal.

· Formación permanente de los trabajadores.

· Reconocimiento de nuestro trabajo como insalubre.

· Jubilación anticipada por ese concepto.

· Recuperación salarial hasta llegar a la media canasta como salario mínimo en una primera instancia.

· No a los contratos chatarra, sean de la índole que sean.

· Presupuestar a todos los trabajadores.

· Ingreso por concursos con participación de los trabajadores en los tribunales.

· Conformación de la carrera funcional.

· Concursos para acceder a cargos de responsabilidad, respetando escalafón correspondiente.

· Respeto de las garantías del debido proceso en los sumarios a trabajadores.

· Condiciones dignas de trabajo para todos los centros de trabajo, lo que implica conformar turnos con la cantidad suficiente de trabajadores por turno, baños y duchas dignas para los trabajadores, mejorar las condiciones edilicias, entre otras cosas.

Cuando algún Directorio comience a recorrer este camino, podremos decir que la gestión ha mejorado para los trabajadores y para los jóvenes internados. Pero en el actual contexto, apostamos a la organización y la lucha para lograr nuestros objetivos.

Por lo tanto, convocamos a todos los trabajadores a no entregar nuestras banderas, por lo menos sin dar la lucha hasta lograr la victoria o vender cara nuestra derrota, que no será más que un traspié en el largo combate de la clase trabajadora para liberarse de sus cadenas.

Jorge Pérez

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