El 9 de enero.
Un capítulo mas de la novela institucional.

Como se había quedado en la reunión de Directores de Centros del SIRPA , en conversaciones con el sindicato,  luego de dichos y diretes entre el Presidente del SUINAU Joselo López y El Presidente de la Comisión Nacional Delegada del SIRPA  Ruben Villaverde por declaraciones del primero de los nombrados en el Diario El País, se realizó la reunión entre los grupos de dirección de los centros, con el mencionado Villaverde en el Sindicato de la Calle Agraciada 3161.  (Esto luego de una suspensión  a causa del enojo que causó en Villaverde, las referidas declaraciones del compañero Joselo).

Nada de lo expresado en El País se aleja del pensamiento expresado en los grupos de Dirección de los centros la semana anterior en la reunión sindical, pero el hecho de que se hiciera público en ese medio, al parecer molestó a las autoridades.

Pasada la anécdota, el día 29 de enero se realiza al fin la reunión, en donde los distintos centros manifestaron sus dificultades de funcionamiento, muchas de ellas por exceso de burocracia, lo que no exime  a las autoridades de tener dificultades serias de gestión. 

Entrando en detalle de lo conversado en la reunión, debemos decir que  todos los centros presentaron dificultades, en cuanto a la llegada a tiempo de los alimentos, la superpoblación de jóvenes y los problemas serios en lo edilicio debido a diferentes circunstancias, algunas fortuitas como el incendio del economato del Ariel, y otras de infraestructura, debido a lo vetusto de los edificios que se están utilizando,y a las malas reformas realizadas 
en los mismos. A esto se suma el reclamo de ingreso urgente de personal, y profundas críticas al ingreso de 52 "talleristas" con sueldos nominales de 28 mil pesos, para cumplir funciones de educadores, bajo contrato a término.
Porque también existen falta de recursos humanos en todos los centros, se exige a las autoridades que de una vez por todas se realice el llamado de 450 funcionarios que desde octubre mas o menos se le había reclamado a la CND por medio de la Mesa Sindical de SIRPA.

También se plantearon casos específicos de vital importancia para el funcionamiento de los programas de centro y el trabajo que se realiza con los jóvenes. En primer término,y no porque sea el más importante, debemos nombrar el caso de CEMEC, hogar que funciona en el hogar femenino CIAF en la calle General Flores. 
Después de varias aclaraciones de "malos entendidos", Villaverde expresó que la propuesta de ir al Hogar Granja de Colonia Berro, fue únicamente para su director, y no para el equipo de trabajo. Entonces cambió el eje de la contradicción en ese Centro, porque los compañeros quieren mantener el proyecto en un lugar de Montevideo incluido su director, porque allí se están realizando trabajos con los jóvenes internados y sus familias, seguimientos de los casos, atención a la salud de los internados,etc, que no podrían realizarse en Colonia Berro debido a sus carencias. Eso no quedó resuelto y los compañeros de CEMEC presentaron una carta a las autoridades del SIRPA, explicando su situación. Esto demuestra la necesidad de rápidamente devolver todas las instalaciones ocupadas por CEMEC al CIAF que se está también saturando, o sea que seguimos trabajando sobre la urgencia, luego de nueve años de gobierno progresista y más de un año de esta administración en Privación de Libertad. Se espera una instancia de conversaciones entre equipode trabajo de CEMEC y la CND.
En la intervención del representante del equipo de dirección de Desafío, se propone permitir el manejo discrecional de las cajas chicas, para poder salir de las emergencias, y luego hacer la rendición de cuentas correspondiente.

CONCURSOS

Un capítulo aparte merece el tratamiento de la disposición de la CDN de hacer concursar los grados desde el 9 al 12, y dejar los grados 13 como personal de confianza.
Para nosotros, es de principio que se acceda a los grados de mando por concurso de oposición y méritos. Los equipos de dirección en los centros, no son pequeños y de qué manera se demuestra capacidad para los cargos de responsabilidad, es de hecho muy subjetivo y depende de los proyectos y de los objetivos que cada centro tenga. Los directores de hoy, piden equipos de confianza personal, independientemente de las capacidades o las formaciones. Para un paradigma que piense en lo custodial - carcelario, sería lo adecuado aparentemente. Pero si pensamos en la inserción social, laboral o estudiantil de los jóvenes que pasan por el SIRPA, debemos tener en cuenta  que no solamente con las confianzas personales se logran esos objetivos. Tiene que ver mucho la formación específica de los trabajadores en sus distintos estamentos además de las características personales de cada uno. Eso necesita también que la institución brinde oportunidades de desarrollarse a quienes quieran dentro de la institución. Debe brindar el Centro de Formación y Estudios para la formación permanente de los trabajadores. Pero dentro de la carrera funcional, tiene que existir la oportunidad para todos aquellos que lo quieran hacer, de concursar para los cargos de dirección o mayor responsabilidad. Eso sería también un incentivo para lograr un compromiso mayor de cada uno. Sabemos que no hay unanimidad al respecto en referencia a este tema, a nivel del sindicato por lo menos. Pero insistimos que es de justicia que se acceda a los cargos por concurso y no por acomodo. Vislumbramos resistencia en casi todos los equipos de dirección a los concursos. Una posición intermedia, es la decisión de Villaverde, de dejar las actuales direcciones como están, y concursar para los nuevos hogares. El Sindicato, históricamente había defendido los concursos. Ahora, ponen a concursar automáticamente cada tres años los ascensos hasta el grado 8, que en el futuro será un grado 5 según la escala de grados nueva, pero los cargos de responsabilidad no se quieren concursar.
Al respecto decimos: quien pretenda tener cargos de responsabilidad, debe formarse y concursar; y la institución debe dar todas las garantías para que esto se pueda realizar.
Esto no significa quitar posibilidades a nadie. Por el contrario, será una gran posibilidad de profesionalizar nuestra labor, tener mas eficacia en cuanto a los logros a nivel social, y realmente poner al día las tareas que tienen que realizarse por mandato social para trabajar como se debe con adolescentes en situación de riesgo. No significa esta formación, la exclusión de quienes con experiencia  demostrada en cargos de dirección, logros obtenidos en sus proyectos y buen manejo de finanzas y personal, también se hicieron merecedores de la oportunidad de mejorar en lo personal y en lo institucional.Sabemos que  teniendo acceso a saberes que complementen lo ya adquirido a través de la experiencia concreta, serán mejores profesionales.
Es más, pretendo en estas líneas destacar dos Centros, que con recursos propios demostraron tener un equipo capaz de realizar proyectos mas allá de lo que normalmente en estas condiciones se podrían realizar en forma general. El hogar Ituzaingó y el Centro CEMEC. Proyectos distintos, adaptados a sus contextos respectivos, uno en Colonia Berro y otro en Montevideo. Debemos tener en claro, que el trabajo en equipo salva situaciones adversas y el compromiso de los trabajadores lleva adelante la institución. La institución debe mejorar la calidad de sus recursos humanos mediante la formación permanente, y la formación permanente debe servir además, para mejorar la situación de los trabajadores y los jóvenes internados pero también para democratizar la carrera funcional, permitiendo que de acuerdo a sus aptitudes y saberes todos puedan llegar a cargos de responsabilidad y mejores salarios.

Ingresos, arreglos, construcciones y licitaciones muy demoradas.

Es de destacar que realmente las construcciones por diferentes motivos están muy demoradas. Y por ahí pasa gran parte de la solución al problema de hacinamiento de jóvenes y sobre exposición de los trabajadores y los propios jóvenes a situaciones de riesgo. La otra pata corresponde al ingreso inmediato de personal para trato directo al menor, pero no en la forma que se realizó, tomando "Talleristas" sin concursar,y sin hacer un llamado abierto para educadores como corresponde. Tenemos que decir que hoy uno de esos "Talleristas" está ganando más que un coordinador de turno, sin tener siquiera que realizar horas extras.

Además, pensamos que la reducción de las fugas en el año pasado, no se corresponde a una mejora de gestión de las autoridades, tanto como al sobre esfuerzo y compromiso de los trabajadores en el día a día, que sin recursos materiales, toman iniciativas de realizar talleres, arreglos edilicios, actividades con los jóvenes, que muchas veces no se colectivizan, y no son parte de la acumulación de experiencia institucional. Los trabajadores de esta institución tienen una rica historia que colectivizar, y que seguramente servirá de insumo para mejorar la institución toda.

Estamos conscientes de los atravesamientos políticos que sufrimos todos. El daño que hacen los mismos, obturando propuestas válidas, y dejando crecer otras no tan válidas. En el marco de país dependiente en lo económico y de capitalismo atrasado como sistema, culturalmente imbuido por el paradigma neo liberal y consumista de estos tiempos que corren, los trabajadores del SIRPA debemos afrontar una lucha permanente para lograr imponer un sistema educativo en privación de libertad, que sirva específicamente a la inserción laboral y social de los jóvenes que atendemos. Eso es luchar para que tengan acceso a la cultura, a la comprensión de su condición de clase y que el mundo de hoy, exige cada vez más para incluirse, pero no necesariamente exige consumo, sino  crecimiento personal, en lo que hace a la formación y a la capacidad de vincularse con el otro. 

Claro que la cultura dominante sí pretende incluir mediante el consumo masivo, y eso es lo que nos trae como consecuencia la superpoblación que tenemos en los centros de privación de libertad. El educador social o popular, debe dar la lucha ideológica par un cambio de paradigma, de donde nos paremos para concebir el mundo. Eso requiere apostar a la educación como derecho humano fundamental y no como negocio. Aquí está el cuello de botella del funcionamiento general institucional, porque hay que tomar decisiones políticas en otros ámbitos que exceden las funciones del propio INAU y desde ya del mismo SIRPA. No puede ser que falten insumos básicos para el funcionamiento de los centros. No puede ser que falten maestros, que no se puedan hacer tratamientos a las adicciones como se deben, y mucho menos que falten alimentos, no es posible que aún hoy, donde caben 26 jóvenes se alojen a 44. En el presente se habla de 650 jóvenes privados de libertad, y las proyecciones hablan de un aumento año tras año.

Pero tampoco puede faltar una línea anti neoliberal y anti consumista en la educación social. Debemos tener una escala de valores que inculcar, en la que sobresalga la solidaridad, el trabajo, el crecimiento personal en lo cultural, por encima del ser igualado al tener. Eso exige  ir realizando programas inclusivos, de diversas disciplinas, junto a los trabajadores para cambiar el curso de la historia. Depende ello, de la voluntad que tengan las autoridades de realizar esto, que hoy es una utopía, pero realizable.

                                                                                                                                                                   Jorge Pérez.