viernes, 6 de noviembre de 2020

Palabras de moda, o modos de ocultar la lucha de clases.


 Existen políticos, comunicadores, periodistas, educadores de distintas áreas de las ciencias sociales, etc., que se alinean a los discursos de quienes ostentan cargos en las estructuras del poder, utilizando conceptos, palabras para dar significado a las cosas, a los hechos, a las formas de relacion social entre los individuos, creo yo que con el objeto de ir moldeando y construyendo un discurso hegemónico con el fin de tratar de evitar o desconocer las consecuencias que trae el accionar de los gobiernos, en la conducta y en el hacer del pueblo trabajador en la sociedad capitalista dependiente en que vivimos.

 Una de esas palabras a que hago referencia, es el concepto de Empatía. Nunca antes había escuchado de tantas bocas usar con tanta frecuancia en los medios de comunicación la palabra empatía, para referirse a los distintos acontecimientos que son noticia, o son de interés público o incluso para adjudicar culpas, responsabilidades de hechos no queridos, e incluso para evitar movilizaqciones populares en contra de la discriminación, en contra de la Ley de Urgente Consideración o luchar por un presupuesto que defienda las empresas públicas, las jubilaciones, la salud de la población y la educación pública.

 Empatía es un término que viene de la Psicología, que describe una conducta individual o de grupo que significa ponerse en el lugar del otro. Mas que acción material concreta, describe un sentimiento que puede llevar al acto o no. 

Que alguien tenga empatía quiere decir que  es capaz de comprender lo que está sintiendo el otro, comprender su sufrimiento, sus carencias y también por que no, sus alegrías, pero no implica que pueda tomar partido, accionar solidariamente para cambiar la situación que está viviendo el otro si fuera necesario.

 Entonces escuchamos en estos días de parte de gobernantes, ministros, legisladores, de la falta de empatía de quienes se juntan a tocar el tamboril en una plaza, o los que van a un cumplaños, o los que se movilizan en defensa de sus derechos, y son demonizados por su falta de comprensión y su incapacidad de ponerse en el lugar del otro.

 Me pregunto: ¿El gobierno se puso en el lugar de los trabajadores cuando presentó la LUC, o este proyecto de presupuesto quinquenal?

Creemos que no. Pero de todas maneras, lo que queremos expresar en estas líneas, es que el discurso de los que tienen acceso a los grandes medios de comunicación, van construyendo un discurso que pretende ocultar la más grande contradicción del sistema capitalista dependiente en que vivimos. NADA MÁS NI NADA MENOS QUE LA CONTRADICCIÓN ENTRE LA PRODUCCIÓN SOCIAL DE LOS BIENES Y SERVICIOS QUE SE DAN EN LA SOCIEDAD, Y LA APROPIACIÓN INDIVIDUAL DE LOS MISMOS.

 Entonces señores no hablemos de la falta de empatía de quienes se juntan para expresar sus necesidades y para luchar por sus derechos. Hablemos de la falta de solidaridad de quienes tienen el poder político y económico, que se niegan a pagar impuestos, que mandan a sus trabajadores al seguro de paro o los despiden en plena pandemia, o que están pergeniando una reforma jubilatoria para una vez más perjudicar a los que menos tienen y trabajan durante toda su vida para obtener un magro sustento de si, y de sus familias.

 Nosotros notamos una falta de solidaridad con los que menos tienen, un avance de la derecha y ultraderecha fascista en contra de los derechos de los trabajadores, y encontramos solidaridad entre
los hermanos de clase ante tantos atropellos que venimos sufriendo.

                                                                               Jorge Pérez

 

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