lunes, 25 de mayo de 2015

La hora político- insititucional que vive el INAU- SIRPA.

En los últimos tiempos los trabajadores de los centros del SIRPA, viven los movimientos (internos y externos a su subjetividad) que generan los cambios de autoridades que se dan ante cada Gobierno que asume. No es un hecho nuevo; más bien se deben tomar como acontecimientos político-institucionales que se recrean con las actualizaciones y puestas a punto correspondientes, con nuevos y viejos protagonistas cada cinco años y los sufren los trabajadores, los de abajo, los que pican los niveles, que internamente tienen las vivencias de desamparo, indefención o desasosiego por sentirse en peligro constante. Mientras que los mandos, (los de arriba, los del medio y los de más al medio), se debaten por mantenerse en el poder unos; otros por sobrevivir, y otros por ocupar plazas largamente deseadas desde sus propios ingresos, en la masa trabajadora se crea un manto de incertidumbre y desasosiego, producido por el caos que genera tal situación. Todo esto genera en los jóvenes internados, también movimientos negativos con un ascenso de la violencia intra grupal, y también hacia los trabajadores. Esto explica en parte los hechos acaecidos en el centro Piedras de Colonia Berro y los problemas que  tienen los centros de Montevideo; por qué  hubo que cerrar el SER,  y por qué el ARIEL tiene problemas de violencia y de falta de seguridad para los trabajadores y va pasando  a través del tiempo como barco sin timón aunque estas palabras ofendan a algunos. 


Vivimos un momento colectivo de desestructuración que llevará a una reestructuración seguramente antes de caer en la locura. Los grupos de trabajo sufren cambios, los integrantes vivencian esos cambios  como un hecho persecutorio, hay quitas y nuevas integraciones en los grupos, y eso genera también resistencia a los cambios. 
Muchos de esos cambios son fruto de la vivencia de caos de varios integrantes, e incluso algunas fantasías grupales de  los colectivos son de estar en perpetuo peligro. Todo eso se debe limpiar en la lucha que se da entre lo nuevo y lo viejo. Pero la mayoría de esas pre ocupaciones, parten de una base real. Hay cosas que están pasando, que ya han pasado en otros relatos  de la historia, y en el futuro pasarán de seguro, porque son parte de la novela institucional.
Esta es la lucha entre lo instituído y lo instituyente, con el agravante que ese instituyente nunca trajo buenas nuevas para los trabajadores como no es tampoco satisfactorio lo que está instituído. Es un problema del sistema, que se quiere presentar como educativo en el encierro, y se gasta dinero, y se inventan proyectos, y se hace publicidad gastando dinero (necesario para otras cosas), en sacar una revista propagandística (barata en su contenido pero muy cara en su costo de edición), y la realidad es que no se sale de lo carcelario, salvo honrosas excepciones. Los que queremos trabajar en los contenidos educativos cada vez somos menos, y ademas estamos  más desgastados, más ignorados por quienes ostentan cargos de dirección que la prensa denuncia por su poca formación. Son muy profundas las carencias en formaciones específicas para el trato directo con los adolescentes internados, lo que dificulta profundizar en la reflexión sobre un programa para el SIRPA  coherente, seguro y de intenciones claramente educativas y de inserción social de los internados, en un contexto seguro para todos los actores.
Queda en dudas, si quienes tienen cargos de Dirección de los Centros del SIRPA y de los del INAU también, llegan a comprender el significado de las palabras expresadas por las autoridades que asumen  y hablan de abrir los centros hacia una politica de inserción social, (promesa que se hace cada vez que se cambia el Directorio) seguramente con la incidencia de la posición que al respecto tienen las Instituciones de Derechos Humanos nacionales e internacionales. Queda en dudas si se comprende el alcance de esa postura, de ese mandato social que tenemos quienes trabajamos en esto, y además si se tienen las herramientas teóricas y materiales para construir lo que se mandata desde el Código de la Niñez y la Adolescencia aprobado durante la primera administración de Tabaré Vázquez. 
Evidentemente pensamos que en la mayoría de los casos no se tienen, ni unas ni otras. Cada uno va costruyendo su rol según su saber y entender; al decir del entrañable Canario Luna: “Te mandan a la cancha sin preguntarte si querés entrar, y para peor: de golero..."
Queda en dudas el profesionalismo de quienes pretenden proyectar la institución hacia el futuro, y ya van quince años del siglo veintiuno.
Claro; se nos podrá decir que esto no es tan así si lo vemos desde el punto de vista de quién piensa que a nadie se le pone el revólver en el pecho para ingresar al INAU-SIRPA. Pero esta es una verdad también muy relativa, ya que la necesidad de trabajar la tenemos todos, y quienes tienen la responsabilidad de construir los perfiles del personal necesario para los llamados a concurso, en un llamado piden sexto de escuela, en otro ciclo básico, y en otros sexto de liceo como mínimo para poder concursar, demostrando una continua improvisación en su accionar. Encima, se terminó la formación permanente seria en el CENFORES, y todos sabemos, que no todos estamos en el lugar que podemos servir mejor a la Institución.
Hoy estamos inmersos en un problema más que la institución nos impone: la regularización mediante concurso de cientos de trabajadores ingresados como talleristas, ( que siempre siembran dudas en cuanto a la cantidad de amigos y familiares "de", que se encuentran entre los ingresados en llamados que no son abiertos y menos mediante concurso). Pero de todas maneras son trabajadores, y una vez ingresados, como hermanos de clase debemos defender su regularización y su seguridad laboral.
En cifras económicas, que tanto influyen en nuestro presupuesto, se nos presenta un problema en cuanto a ingreso de personal con la preparación suficiente para el manejo de una institución tan complicada como la que tenemos, y para producir un cambio que definitivamente, trabaje seriamente en el sentido de la inserción social de niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo social y en privación de libertad. El contexto social de donde proviene la mayoría de los internados, junto a una economía que se viene achicando en sus ingresos, y por lo tanto en los gastos sociales hace más difícil la situación general institucional. Mostramos algunos números que demuestran que vamos a tener dificultades en el futuro:


* La venta de bienes al exterior lleva cinco meses de caída. De los 20 principales destinos de los productos uruguayos, con 15 la situación está “lejos” de su ideal. Y salvo por el buen momento de los mercados exóticos y Estados Unidos, los exportadores ven con preocupación el futuro del comercio internacional.
Argentina y Brasil pasan un mal momento. La posibilidad de un acuerdo con la Unión Europea depende del apoyo, improbable, del Mercosur. China, el principal comprador, bajó su crecimiento. Rusia devaluó. Y el comercio con los países andinos no despegó. Salvo las buenas perspectivas que presentan Estados Unidos y los mercados exóticos, las exportaciones uruguayas enfrentan un panorama "nuboso".

El sol y la bonanza de los últimos años, en especial de 2011 y 2012, parecen estar ocultándose. En el primer cuatrimestre de 2015, las exportaciones de bienes descendieron 4,4%. Pero, si se descuenta de ese porcentaje las ventas de aviones que fueron de BQB y Pluna y la producción de Montes del Plata que distorsionan la medición general, la caída es de 12,2%.

"Llevamos cinco meses seguidos de caída en las exportaciones y la competitividad con Brasil pierde terreno desde hace un año", advierte María Laura Rodríguez, responsable de la Asesoría Económica de la Unión de Exportadores. Si bien las pérdidas son moderadas —habla de "nubes" y no de "tormenta"—, la economista ve con preocupación la situación de los principales destinos de los productos uruguayos.


Exportadores ven con preocupación el futuro del sector. Los problemas de los vecinos no parecen estar cerca de una solución. Son los mercados en los que el país colocaba habitualmente más productos de valor agregado como consecuencia de las preferencias acordadas en el marco del Mercosur, explica Rodríguez. Brasil tiene la inflación más alta desde 2003, por encima del 8%. Y a las deudas por los actos de corrupción, se le suma un aumento de la tasa de desempleo por arriba del 7%, cuando en 2014 era del 4,8%. Aun así, esta semana la presidenta Dilma Rousseff firmó 35 acuerdos con China por valor de 53 mil millones de dólares. Uno de los convenios es por la compra de carne vacuna brasileña. De este modo se paralizan las ventas de Uruguay al gigante asiático, que hasta la primera quincena de mayo habían crecido 101,6% en un año.
Un día después del encuentro con su par chino, Rousseff se reunió con el presidente Tabaré Vázquez. Ambos mandatarios mostraron la intención de fijar un tratado de libre comercio (TLC) con la Unión Europea, aun cuando Argentina se oponga. El sector privado uruguayo apoya que se converse para firmar el acuerdo, pero se pregunta qué pasará si el bloque europeo decide que solamente firma con el conjunto del Mercosur. Es el kirchnerismo el que no acepta suscribirlo.




Los acuerdos comerciales no son necesariamente una panacea. "En 2006, cuando se pensó en negociar un convenio con Estados Unidos, no muchos países tenían uno. Hoy varios lo tienen y no sé qué tan importante sería tener un acuerdo ahora para diferenciarnos del resto", cuestiona la economista Rodríguez.

Uruguay vende a 166 países, pero algunos de ellos absorben volúmenes y montos poco significativos. Venezuela, un país que pagaba buenos precios porque compraba de todo debido a su escasa producción interna de alimentos, bajó sus compras de 177 millones de dólares en el primer cuatrimestre de 2014, a 38 millones en igual período de 2015. Es una demostración más de que el Mercosur está dejando de ser el principal destino. En 1998, representaba el 51,5% del total de exportaciones. En 2013 fue el 26%, según un informe del asesor del gobierno Carlos Pérez del Castillo. Rusia devaluó y bajó sus compras de carne vacuna a pesar de que está vigente un acuerdo de comercio bilateral.

Para Mario Bergara, presidente del Banco Central, el "leve decrecimiento" de las exportaciones responde "enteramente" a una menor cantidad de ventas hacia Rusia y Venezuela. A su entender "es difícil argumentar que sea un problema estrictamente cambiario".

México no capta más del 3% de las exportaciones uruguayas y la Unión de Exportadores cree que es un mercado que debería explorarse más. Con Perú y Colombia hay acuerdos en el marco de Aladi, pero el intercambio no ha despegado.

Pérez del Castillo, asesor del gobierno, dice en su informe que un "elemento clave en el éxito de la política económica (de algunos países) es la constante búsqueda de acuerdos comerciales, en particular de TLC". Y hace énfasis en el caso de Chile, el país con mayor cantidad de acuerdos firmados. "Esta política de ampliación de mercados comenzó en la década del 90 con la firma del TLC con Canadá. Sin embargo, el mayor impulso lo tuvo a comienzos de la década pasada, cuando en 2001 firma el TLC con México, en 2002 con Costa Rica, en 2003 con Estados Unidos y en 2004 con El Salvador, el AELC, la Unión Europea y Corea del Sur. Actualmente, cuenta con veinte TLC. De esta forma, un productor chileno no sólo produce para un mercado de 17 millones de personas, sino que logra acceso preferencial a un mercado de más de 4.000 millones de personas que representa más del 90% del PIB mundial.

Astori sale a la búsqueda de mercados.
Aunque el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, dijo que la caída de las exportaciones es moderada, lo cierto es que es bien consciente de los desafíos planteados. Solo un ejemplo: la empresa automotriz china Chery evalúa dejar Uruguay por las malas condiciones del mercado regional. El desempleo dio un aviso. La destrucción de empleos hizo que en marzo se ubicase en 7,4%, un punto por encima del mismo mes de 2014. Los magníficos niveles de crecimiento de la década posterior a 2004 quedaron atrás.

Astori siempre fue partidario de abrir lo más posible el Mercosur y hace una década, durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez, perdió la batalla por firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Ahora se ilusiona con firmar un acuerdo con la Unión Europea. Para ello debe lidiar con la oposición de Argentina, que hasta el momento mostró su discrepancia, y con parte del oficialismo. 
* (fuente: "El País")
En este contexto económico: ¿Que rumbo tomará la Institución? La separación del SIRPA del INAU ya es un hecho irreversible y no se sabe si se dependerá del MIDES o del Ministerio del Interior, o de un Instituto Nacional de Cárceles despegado de todo Ministerio aunque declaraciones oficiales de voceros del Gobierno expresaron que dependería del MIDES. 
Las  inseguridades en los trabajadores parten de la falta de respuestas concretas. No se puede vivir en la incertidumbre por mucho tiempo sin perder la cordura, con el temor de quedar desestructurados  y perdernos en la nada. El mal que estamos padeciendo es que el futuro próximo se nos presenta amenazante y nos hace sentir inseguros en muchos aspectos, tal vez más de los que podemos soportar. Y todo parte de una base real, que son los acontecimientos vividos en los últimos días, con el agravante que la cantidad de internados no baja como dijeron en su oportunidad las autoridades salientes, y los resultados de la inserción social y laboral no son como lo cuentan los interesados en que se crea que el sistema funciona.
Sindicalmente tampoco los trabajadores estamos encontrando respuestas firmes de parte de nuestra organización al problema de las condiciones de trabajo. 
Nuestra subjetividad se fortalecerá en el camino de la lucha reivindicativa, sin naturalizar la patología institucional, y tomando conciencia de lo que padecemos y dar la lucha conjuntamente, para cambiar la realidad. Esa toma de conciencia de lo que nos hace mal, nos transformará en agentes de cambio a favor de los trabajadores.
Nosotros; esa debe ser nuestra consigna para salir de las sombras que hoy se ciernen sobre los trabajadores. 
Nosotros no queremos ser superexplotados. 
Nosotros no queremos ser simples guardiacárceles de adolescentes. 
Nosotros queremos ser educadores reales. 
Nosotros exigimos formación permanente de los trabajadores en servicio. 
Por eso nos revelamos contra la injusticia y nos ponemos el ropaje de defensores de la inserción laboral y social de los jóvenes que atendemos. 
Pero nosotros no permitiremos la falta de respeto de nadie, ni de jóvenes internados ni de adultos mandamases. 
Nosotros educaremos al estilo proletario, con firmeza, y con mano dura si es necesario.
Seremos capaces de llevar adelante estas consignas, si mantenemos la unidad en la diversidad ideológica que hoy existe, pero siempre dentro de los parámetros que nos marca la ética de los trabajadores: no vender nuestros principios a cambio de cinco denarios, no ser temerosos de decir nuestras verdades, y reconocer nuestros aciertos pero también nuestros errores, en una discusión franca entre compañeros.
                                               Jorge Pérez.

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