domingo, 5 de noviembre de 2017



¿Tienen una explicación científica el aumento de los alimentos en nuestro país?
Fuimos a la feria nuevamente el sábado 30 de setiembre en Joaquín Suárez, encontrándonos con las frutas y verduras realmente fuera del alcance de muchos bolsillos de trabajadores y jubilados de nuestro país. Pasaremos a ilustrar algunos de ellos: 67 pesos el kg de berenjenas; 30 pesos un ramito de perejil; 30 pesos una cabeza de ajo; 50 pesos el atado de remolacha; 2 pepinos 30 pesos; una lechuga 50 pesos; el kilogramo de tomates, 95 pesos y el kilo de pescado 290 pesos.

Siempre lo decimos, que la mayoría de los trabajadores de este país gana menos de 20 mil pesos, y que una gran masa de jubilados anda por los 12 mil y algo de pesos. Muchos tienen familia y más de 40 mil trabajadores quedaron sin empleo en los dos últimos años. El país crece a base de inversiones extranjeras, y de la clase obrera muy pocos reciben del “derrame” del crecimiento que fue real, pero no se aportó a mejorar el presupuesto de esta última rendición de cuentas, dejando a los trabajadores colgados del pincel. y además cerrando las oportunidades de ingreso a trabajos públicos en muchos casos, y privatizando áreas importantes de la distribución de combustibles, achicando la plantilla de trabajadores en áreas importantes de ese ente autónomo; privatizando sectores de OSE; de la parte de generación de energía en UTE; en áreas cada vez más importantes del puerto, etc.

Todos sabemos que vivimos en un sistema capitalista de producción y distribución de la riqueza, que lleva en su seno la contradicción fundamental entre la producción social de bienes, y la apropiación individual de los mismos. Por lo tanto, nuestra sociedad se divide en clases que son la burguesía oligárquica, dueña de la tierra, las máquinas, los bancos, los locales de grandes dimensiones comerciales, y de la mercancía que se exporta y la que se importa.

Es una clase dominante que, junto al capital imperialista, (las empresas de capitales extranjeros que vienen a invertir a nuestro país) hacen sus negocios y se enriquecen cada vez más, fijando los precios de las mercancías.

Luego, en un país dependiente como el nuestro, encontramos sectores de burguesía nacional que no entra en el reparto de los primeros, pero explota mano de obra y genera plusvalía y sectores de pequeña burguesía que tienen negocios propios o familiares, en la ciudad y el campo.

Por otro lado, se encuentra el proletariado, que es el obrero industrial, pero que se integran como clase trabajadora los empleados del comercio y los servicios, tanto públicos como privados. Somos los que no tenemos nada para vender más que nuestra fuerza de trabajo, al decir de Marx.

En el sistema capitalista, no se producen otras cosas que mercancías que se introducen en el mercado para obtener una ganancia máxima. Para las clases dominantes la oligarquía criolla y el imperialismo, tanto un automóvil, una casa, los servicios de salud como un kilogramo de tomates, son mercancías que se ponen en el mercado bajo la ley de la oferta y la demanda mientras los monopolios fijan los precios, incluso los intermediarios le ponen los precios de los productos a los pequeños y medianos productores del campo, y los aumentan al consumidor a tasas muy por encima de lo que le pagan a ese chacarero mediano o pequeño.

Desde el punto de vista de la clase obrera y el pueblo, deberían ser bienes de consumo o de uso, para tener una vida más digna.

Entonces, encontramos una explicación para la suba de los alimentos constante que sufre nuestro país. Es que las clases dominantes y los monopolios extranjeros fijan los precios al alza y los salarios a la baja, y los gobernantes en el capitalismo no son nada más ni nada menos que los que organizan mediante la elaboración de leyes y decretos, el funcionamiento del sistema de producción y consumo de mercancías, para que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Si no, como se explicaría que las cargas impositivas caigan cada vez más sobre los trabajadores a través del IRPF y el IVA, los ajustes fiscales a través de los aumentos de las tarifas públicas, mientras se decretan quitas de impuestos a los inversores extranjeros y a los grandes capitales.

Insistimos en la necesidad de crear expendios municipales en cada alcaldía del Departamento Canario y en todo el país, con precios testigos y productos de los productores cercanos a cada zona, evitar la intermediación y mejorar la alimentación, la vestimenta, etc., de todos los uruguayos.

                         Jorge Pérez.

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