lunes, 23 de mayo de 2011


OTRA VEZ SIN ENFERMEROS EN BERRO.

Una nueva situación se viene dando en la Colonia Berro, debido a que desde hace un buen tiempo, nuestro Centro de trabajo se ve nuevamente sin la cobertura sanitaria necesaria para atender la numerosa población de jóvenes internados en los diferentes hogares.

Debido a traslados, licencias médicas y retiros de integrantes del personal de enfermería y médicos que cumplían funciones en el Policlínico de Colonia Berro, el servicio se ve seriamente resentido. Un solo enfermero debe recorrer quilómetros entre hogar y hogar, para medicar a los jóvenes en momentos en que todos los centros de detención de adolescentes se encuentran saturados por la superpoblación existente en estos momentos.

Nuestro Gremio, años atrás dio una gran batalla para que se tomaran enfermeros para cumplir sus funciones en SEMEJI, y habíamos logrado que ingresaran a Berro 11 profesionales de enfermería, de los cuales al día de hoy quedan dos o tres.

Esta situación obliga a que el personal escaso en dicha tarea, pida ayuda a personal de los centros abocados a las funciones educativas, para que suministren la medicación a los jóvenes de cada lugar, hecho a que el gremio se opuso históricamente, debido a las complicaciones que para los trabajadores no afectados a la salud pueden traer, debido a que no es personal preparado para tal función. Se nos dice que la Dirección Nacional del SUINAU, el Directorio y autoridades de SEMEJI están negociando un protocolo de cómo suministrar la medicación por personal no especializado, a los efectos de prevenir consecuencias para los trabajadores. ¿Cómo pueden evadir responsabilidades los trabajadores que suministren mal una medicación por no tener la formación debida para hacerlo? ¿Quién responderá ante la justicia si se denuncia una situación de sobre medicación por parte de familiares, como en algún momento sucedió? ¿Se olvidan los compañeros dirigentes que tenemos compañeros denunciados y sumariados por tener medicación en su poder? O a caso ahora no somos más el centro de toda sospecha cada vez que algo malo sucede en la institución. Nos negamos rotundamente a que personal que no tenga título de enfermero o médico, se involucre en el suministro de medicamentos a los jóvenes, sobre todo en el tema de los psicofármacos. Quién lo haga que asuma la responsabilidad. El camino que debemos continuar es el que siempre ha tomado el Gremio. Luchar por ingreso de personal especializado en las distintas áreas que se necesiten.

Hoy como siempre seguiremos bregando por el ingreso de personal para cubrir todas las actividades de SEMEJI, para mejorar los servicios, no caer en la polifuncionalidad, y para no brindar un servicio de cuarta a quienes de por sí son los más marginados de la sociedad, por ser jóvenes y por ser pobres.

No debemos entregar las conquistas obtenidas en el pasado cercano, sino por el contrario, obligar a que la institución invierta bien, tanto en recursos humanos como en recursos materiales. Seguimos pensando que los problemas de gestión siguen sucediendo, y que no debemos pagar los trabajadores los errores que cometen los mandos. El 2011 sentimos que se ha bajado la lucha, sin haber tenido grandes conquistas, y además de haber retrocedido en conquistas obtenidas en años anteriores. Y no referimos a problemas reales que sienten los trabajadores, y no se trata de realizar discursos demagógicos atacando a nadie. Porque también nosotros, los funcionarios de Berro tenemos nuestra cuota parte de culpa por no hacer un seguimiento del cumplimiento de los acuerdos obtenidos, y esta Mesa de Berro no ha logrado ganarse la confianza de los trabajadores para dar la lucha por las mejoras en nuestras condiciones de trabajo que desde siempre hemos exigido. Sabemos que estamos en año electoral, pero eso no nos mueve a escribir estas líneas. Lo que nos mueve a expresarnos en el sentido de esta nota, son la defensa de los intereses de los trabajadores y el preservar de riesgos innecesarios a aquellos funcionarios que por no saber lo que puede pasar, o por querer dar una mano, no toma en cuenta a lo que se expone al realizar algunas tareas que no les corresponde por su formación específica.

Jorge Pérez.

martes, 17 de mayo de 2011


La realidad nos dio la razón una vez más.

Desde hace mucho tiempo venimos hablando en la Mesa Sindical de Berro, diciéndoles a sus integrantes que el sindicato debía dar respuesta al problema del hacinamiento de jóvenes en la Colonia Berro y en los demás hogares de SEMEJI, así como al mejoramiento de las condiciones de trabajo de todos los funcionarios. No se de dónde se sacó la idea de que la medida de parar la entrada de jóvenes a los hogares, cuando estos se encuentren saturados, era una medida de lucha que estaba perimida, y que se había acordado con el Directorio el sacarla de los planes de lucha del sindicato. El hecho es que así se maneja la información por estos tiempos, y aparentemente habría un acuerdo firmado por el Directorio, el PIT-CNT y el SIUINAU para parar las medidas de cupo. Cierto es, que antes que ADEOM y otros gremios, fue a nosotros que se nos amenazó con decretarnos los Servicios de Esencialidad como forma de reprimir nuestras movilizaciones, entre ellas las medidas de cupo. Fueron citados compañeros por el Poder Judicial, para verificar si se habían violado derechos fundamentales de los adolescentes internados con nuestras medidas de lucha. Toda una patraña montada por la administración anterior a ésta, administración que sancionó a compañeros y destituyó a varios acusados de ejercer malos tratos, en contra de la opinión de la Oficina de Servicio Civil entre otros organismos. Y dentro de nuestro propio gremio, la lista 27,(hoy 84) perteneciente al MPP realizó campaña en contra de la lucha del gremio en momentos en que se instaló la carpa en 18 y Vázquez en defensa de las garantías del debido proceso para tres trabajadores destituidos.

Cuando se pierde una lucha, no significa que nunca más se deba luchar. Se pierde una batalla por diferentes circunstancias, por falta de condiciones concretas, por falta de comprensión de los trabajadores en la necesidad de movilizarse para obtener triunfos, por falta de organización, etc. Debemos aprender de nuestros errores y de nuestras derrotas, pero jamás dejar de luchar. Y mucho menos debilitar la credibilidad de nuestra herramienta, el sindicato, ante la opinión de la masa de trabajadores. No hay que mellar la unidad, pero la unidad para luchar. En referencia al hacinamiento de jóvenes y a las medidas a tomar para contrarrestar la situación, los pasos no son dejar de tomar las medidas que los trabajadores consideren necesarias. Por el contrario, vemos cotidianamente, que ante estos hechos, el hogar Puertas pone el cupo, le pone el nombre que sea, pero no ingresan más jóvenes de los que pueden atender, y bien sabemos que no es igual que los hogares de permanencia que atendemos nosotros, y que la transitoriedad de su población les da cierta flexibilidad en las medidas a tomar. El caso es que en Colonia Berro no tenemos esa posibilidad, y cuando estamos sobrepasados de nuestros cupos, pasamos meses con jóvenes durmiendo en el suelo, viviendo momentos de alto riesgo, intentos de fugas y agresiones a funcionarios por parte de los jóvenes que se acumulan por demás en los centros de la Colonia, además de bajar la calidad de nuestra atención en lo que a las actividades educativas y recreativas se refiere. En la noche del sábado 14 de mayo, fue agredida una compañera en el hogar Ariel con más de veinte años de educadora en la institución por dos jóvenes allí internados. Y ¿que pasa con las fugas en diferentes hogares de SEMEJI de Montevideo y Colonia Berro? ¿Acaso la medida acertada es cambiar permanentemente a Directores y Coordinadores, o sumariar a los funcionarios? ¿No habría que invertir más en recursos materiales y humanos, pero invertir bien?

Cómo se realizan los test psico laborales para ingresar a la institución, muchas veces se hace necesario cambiar a los funcionarios que ingresan, para realizar funciones para las cuales no fueron contratados, y los hogares seguimos con bajos recursos humanos en atención directa. Opinamos que los técnicos de INAU se deben poner a trabajar sobre los perfiles necesarios para que los concursantes acargos para atención directa a los internados sean los correctos. También la baja inversión en recursos materiales, lleva a que los edificios estén muy deteriorados, y además no se construyan nuevos. La idea de construir pequeños hogares ya no está en la cabeza de las autoridades, que sería una buena medida para el trabajo educativo, el tener centros de diez o doce jóvenes y no más. Pero es más barato seguramente, tener a treinta o cuarenta jóvenes amontonados, con poco personal de atención y por ahí se ahorra el Estado unos cuantos millones de pesos.

En cuento a las destituciones de Directores bajo el régimen de funciones encargadas, ya todos los compañeros saben lo que pensamos. Creemos que es necesario llamar a concursar todos los cargos intermedios que no fueron concursados. Hay que medir las capacidades de cada uno para cargos de dirección, y no seguir con el sistemas de encargaturas que es un sistema siniestro, perverso, que divide a los trabajadores, y las autoridades utilizan siempre como fusibles ante las situaciones críticas que cada vez se presentan con más asiduidad.

El jueves 19 se da una instancia de asamblea para los trabajadores de todo el INAU, donde se vuelve sobre los mismos temas: regularización de contratos precarios, acuerdo salarial y situación de SEMEJI. Parece que la realidad se paralizó meses atrás y eso tiene una sola causa; la desmovilización del Gremio, el apostar demasiado a la negociación sin movilización y esto es lo que tenemos que cambiar. Desde nosotros mismos aunque “no tengamos permiso”, porque así se realizan los sueños de la clase trabajadora y el pueblo.

Jorge Pérez.

martes, 10 de mayo de 2011

Aportes de la JCR sobre la baja de imputabilidad.


Criminalización de los jóvenes, avanzada fascista.

Mayor explotación = “menor infractor”

A medida que el gobierno va accionando son más notorias sus posiciones oportunistas, pro-oligárquicas y pro-imperialistas. No bastándole con alinear el país a los intereses imperialistas y sostener el enriquecimiento histórico del “pitucaje”, se ensaña con los trabajadores que se organizan y luchan. A decretazo impone el recorte en los derechos de los trabajadores, como solo el pachecato solía hacer.

Ahora van por la criminalización de la pobreza, con el ante proyecto de la baja de la edad de imputabilidad y la perpetuidad de los antecedentes de los menores acordado por todos en el parlamento. Utilizan como argumento la solución de la criminalidad, la cual atribuyen casi exclusivamente a los menores de edad. Pero en realidad lo que se quiere hacer es salvaguardar el engorde de las clases explotadoras, o sea lo que siempre hizo la derecha tradicional, seguridad para los ricos, reprimiendo a los pobres. Nos resulta muy sugerente que en este periodo de crecimiento del PBI, la concentración de la riqueza se haga cada vez mas intensa, y a la vez la “sensación de inseguridad” sea mas patente. Mostrando una vez más la finalidad de este gobierno: ser buen gerente de un Estado oligárquico y dependiente.

Apoyado en una salvaje campaña de criminalización de los jóvenes que desarrollan los medios masivos de “desinformación”. Incentivado por las críticas de la derecha tradicional exigiendo “mano dura”, presionándolo para derechizarse aún más y buscando algo de prensa ya que no tienen ninguna critica sustancial al gobierno. Siendo consciente que en los barrios y asentamientos va levantando temperatura la bronca de los trabajadores y desocupados, y la de sus hijos también, contra tanta promesa incumplida. El gobierno prepara con el acuerdo explicito de ministros y el consenso de una comisión parlamentaria la legalización de la represión abierta a menores. Llegando incluso a permitir que el senador del MPP (principal fuerza del FA y apoyo del Presidente) J. Saravia promueva abiertamente la militarización de barrios y asentamientos. Jugada sensacionalista que le permite al gobierno “tantear” y tomar medidas tal vez no tan crudas, pero si igual de represivas.

Quien aprovecha esta situación para ir a más es Bordaberry, que ya lanzó la juntada de firmas para una reforma constitucional donde asegure la criminalización y persecución de los jóvenes. Este político ya dejó de ser “pichón” y ahora ya levanta por si mismo la podrida bandera fascista y la historia del dictador que fue su padre. Al grito de represión espanta a un gobierno que no quiere ni sabe hacerle frente. Los verdaderos comunistas sabemos que cuando los fascistas intentan avanzar hay que fortalecer la más amplia unidad del pueblo para hacerle frente y derrotar su campaña, que por ahora solo es de mentiras pero va sembrando las condiciones propicias para descargar toda la violencia reaccionaria sobre los trabajadores y sus hijos. Ni una sola firma para esta campaña reaccionaria.

Todo el peso de la ley

Es claro que las normas penales liberales burguesas de nuestro sistema jurídico, desde hace mucho tiempo, están para proteger los intereses de los explotadores contra la clase trabajadora y el pueblo. Por ejemplo, cuando en el código penal se preserva más a la propiedad privada que a la propia vida humana. El homicidio culposo (ej.: accidente de tránsito con muerte de la víctima del mismo) donde la pena máxima es de 8 años, sin embargo la rapiña que es un delito contra la propiedad, su pena máxima de penitenciaria puede llegar a ser de 24 años, siendo aplicadas a los mayores. Pero los delitos de guante blanco que suele cometer la burguesía y la oligarquía y que perjudican al pueblo tienen penas menores como la estafa (máximo 4 años) la falsificación de moneda (máximo 10 años), proxenetismo (máximo 8 años) y todos los de narcotráfico tienen un máximo de 10 años y son excarcelables. El significado de estas penas es claro, preservar el capital y la propiedad de la clase dominante sobre los trabajadores, y penalizar la pobreza.

¿Que pasara si estas penas se les aplican también a menores? Con las cárceles como sistema de exterminio silencioso y legal, abarrotadas, infestadas de Tuberculosis y Sida, dominadas por la droga y controladas por bandas delictivas permitidas por la policía. Según cifras oficiales más de la mitad de los reclusos tiene riesgo de morir electrocutado o quemado y donde más del 90% consume drogas. Que sucedería con un joven que es enjaulado con 15 y sale con 39, siempre y cuando sobreviva ¿saldrá rehabilitado? Mientras tanto si un abogado o un director de banco, estafa o lava dineros del narcotráfico, es sentenciado a penas leves y en el mejor de los casos privado de libertad, viviendo con todos los lujos su confinamiento. Ni hablar de los pocos militares torturadores procesados que gozan de una cárcel propia con todas las comodidades y desde allí continúan operando.

Cárcel ¿es posible humanizarla?

Nuestra respuesta es contundente, estas cárceles son parte del aparato represivo de este Estado para someter a los explotados y marginados, no es posible humanizar una máquina de tortura y muerte, es necesario abolirla. La experiencia de los países que luego de revoluciones triunfantes construyeron el socialismo, especialmente China (entre 1945 y 1977) como experiencia avanzada en esta temática, mostró que las “Escuelas de Reeducación” lugares de detención de criminales de guerra, contrarrevolucionarios y explotadores, con estudio y trabajo, o sea cambiando la realidad material en que aquellos vivían, permitió grandes logros de reeducación y reinserción en una nueva sociedad, sin explotados ni explotadores. Tal vez el caso más ilustrativo de ello es la del ex-emperador chino, quien fue reeducado y termino siendo un ciudadano y trabajador más. Pero también la experiencia del pedagogo soviético Makarenko, rehabilitando a jóvenes que habían sido soldados contrarrevolucionarios, muestra como es posible sacar de la rosca criminal al lumpen-proletariado[1]. Pero para ello es necesario construir una sociedad sin explotación, forjando una nueva democracia, que responda a las grandes masas hoy oprimidas y que resista los intentos de restauración de los verdaderos criminales, quienes se regodean en el lujo fruto del sudor de un pueblo sacrificado.

Plancha se hace, no se nace.

Esta inversión de una frase popularizada, intenta acercarse más al trasfondo social de aquellos niños y jóvenes que crecen en la más absoluta pobreza, material, cultural, y por que no destacarlo, afectiva. En una sociedad donde la mitad de nuestros niños viven bajo la línea de pobreza, sos reprimido si ocupas tierras abandonada, sos sospechosos por vivir de determinadas barrios o vestirse de determinada manera, donde la ley es la violencia policial y el anhelo mas intimo es poder consumir los lujos que la televisión te impone como necesarios para ser alguien. Contrasta con una realidad de paredes de chapa y plástico, aguas servidas por doquier, enfermedades y un total rechazo de la “sociedad”, excluyéndote como un marginado (alguien que no cuenta con los recursos y posibilidades de ser parte de la lógica de derroche consumista). Frente a esta exclusión tan tajante la alternativa para disfrutar del consumo es sustraer a otro su posibilidad de consumo, o en otras palabras robar. Y en ese proceso descomprimir ciegamente y con violencia la rabia de tanta injusticia vivida.

Este fenómeno no es nuevo, con sus variantes temporales es la reacción de quienes fueron excluidos de su posibilidad de vender lo único que poseían para subsistir, su fuerza de trabajo, y se ven forzados (en un sentido estructural e inconsciente) a sustraerlo de otros. Generalmente ese “otro” es otro explotado, un trabajador, ya que le resulta imposible tomar parte de la riqueza que el trabajo de nuestra sociedad genera y que es apropiado por los ricos, ellos cuentan con medios de protección y seguridad (la ley, los bancos, la policía, las empresas de seguridad, etc).

En definitiva se genera una rosca de “pobres contra pobres”, tenemos claro que la delincuencia, la marginalidad, la prostitución y la droga, son resultados de una estructura social donde unos pocos se quedan con la torta. Por tanto para romper este circulo es necesario un proceso drástico que barra la apropiación del trabajo social en manos de unos pocos y distribuya entre todos el resultado del trabajo de todos.

Para terminar con la delincuencia hay que terminar con la explotación que la genera.

Los sectores sociales que quedan enroscados en la delincuencia, especialmente los jóvenes, no se curan a palos. Una primer paso necesario es la contención integral (en salud, psicológica, habitacional, etc.) junto con oportunidades de trabajo y de desarrollo personal, no con migajas en atención social. Pero si el gobierno y la derecha que lo secunda, consideran un gasto el atender los jóvenes, que son llevados por este sistema a la droga, el alcoholismo y la delincuencia, entonces no habrá solución.

Es claro que la vida humana para el capitalismo no vale nada, y el futuro de los jóvenes humildes es la miseria y la criminalización. Por eso es que debemos de trabajar junto al pueblo para cambiar esta realidad que nos agobia, denunciando como corresponde la persecución en que viven los menores en Uruguay, principalmente los que son pobres.

Desde la JCR, como jóvenes debemos de ser el fuego que encienda la llama de la lucha, con la clase obrera y el pueblo. Contra de las medidas represivas del gobierno para los menores, que no son sino víctimas de este sistema asesino e inhumano, donde sos un individuo de pleno derecho si tenés dinero, si no, quedas relegado de toda actividad humana.

No a la baja de la imputabilidad y la perpetuidad de los antecedentes.

Si a la vivienda, a la salud, a mejor educación y trabajo.

Aglutinar fuerzas desde los barrios y gremios para derrotar la campaña fascista de Bordaberry.



[1] El “lumpen-proletariado” según la definición marxista es aquel explotado que reniega de su condición de explotado (por tanto no vende su trabajo por un salario) sino que subsiste de formas parasitarias.

jueves, 5 de mayo de 2011


El INAU destina 4 millones de dólares para retiros incentivados!

Los trabajadores siempre hemos tenido una visión crítica, en referencia a las distintas administraciones que han pasado por la Institución argumentando con cifras y con hechos concretos, las malas gestiones que llevaron al deterioro que hoy sufre el INAU, lo que hace prácticamente imposible que no sucedan incidentes no queridos ni por la sociedad, ni por los trabajadores.

Además de la inoperancia en solucionar los problemas edilicios, de funcionamiento en general, los trabajadores organizados en el SUINAU nos ponemos a la vanguardia para tratar de fortalecer programas educativos que permitan la inserción social de los jóvenes en situación de riesgo social, y de crearlos donde no existen desde hace ya varios años.

Una de las reivindicaciones más importantes de los trabajadores en su conjunto, es el de ingreso de personal, la formación permanente y la consideración de nuestro trabajo como insalubre a los efectos de lograr beneficios en cuanto a los años de trabajo a tomar en cuenta para la jubilación, y que en actividad se considere salarialmente en mejor medida que hasta ahora, las funciones que debemos cumplir cotidianamente en trato directo al adolescente infractor y los internados de tiempo completo, los CEDD, etc.

Pero nuestras reivindicaciones no sólo son atendidas a medias en algunos casos, y desatendidas en la mayoría de los casos, sino que vemos cómo la Institución marcha a contrapelo de las propuestas y de los intereses de los trabajadores. Las acciones que toma actualmente el Directorio del Instituto, marca el rumbo hacia donde quieren llevar al organismo.

Pasaremos a detallar algunas medidas económicas y políticas de este Directorio, que demuestran lo anteriormente expresado.

Según la memoria del año 2010 elaborada por la Institución, el organismo destinó 72 millones de pesos, (alrededor de 4 millones de dólares, que corresponde a un 2% del presupuesto otorgado al INAU que consta de 3.600 millones de pesos), para retiros incentivados de trabajadores perdiéndose cuadros de experiencia, que podrían muchos de ellos tener cargos de mandos medios incluso, dando su aporte para mejorar la gestión institucional tan venida a menos en los últimos tiempos.

Esto llevó por ejemplo, a que gran parte delos trabajadores de un centro de trabajo tan sensible como Colonia Berro, ingresaran a partir del año 2009, y tengan muchos de ellos con muy corta experiencias, cargos de responsabilidad donde se necesita profundos cono0cimientos para realizar la gestión. Los resultados quedan al descubierto a cada momento.

A diciembre de 2010 el INAU contaba con 4.454 funcionarios a los cuales se le destinaban 1.500 millones de pesos en salarios, o sea, el 42% del presupuesto anual del organismo.

Además el INAU prevé unos 1.600 millones de pesos que corresponden al 45% del presupuesto anual, para convenios con instituciones públicas y privadas dedicadas a atender los problemas de la minoridad.

Luego tenemos solamente un 5% del presupuesto que corresponden a 183 millones de pesos para gastos de funcionamiento, un 4,5% que son unos 108 millones para suministros, y un triste 1,5% que corresponden a 52 millones de pesos, para inversiones.

INAU debió recibir refuerzos presupuestales del Ministerio de Economía y Finanzas por un monto de 158 millones de pesos para gastos de funcionamiento, y de 20 millones más para inversiones para poder cerrar el año sin déficit presupuestal.

Esto explica el recorte de horas extras sufrido en gran parte del año que pasó, y la demora de ingreso de personal necesario que se vino a dar en camadas en el 2011, así como los tipos de contratos a término, sin los beneficios que tenemos los trabajadores con estatus de trabajadores estatales que tienen que soportar hoy cientos de compañeros.

En este entorno, también juegan sus cartas los políticos más reaccionarios de todas las tiendas con representación parlamentaria, que se juegan a la creación de un nuevo instituto del menor infractor, a la baja de imputabilidad de los adolescentes, crear más encierro penalizando la pobreza cada vez más duramente, en lugar de trabajar en el sentido de la inclusión social de todos los uruguayos, creando fuentes de trabajo genuinas y salarios dignos. Claro, el capital no se toca, y menos si es imperialista y por eso seguimos empeñando el futuro del país, hipotecando nuestra existencia como nación con proyectos de complejos forestales celulósicos, plantaciones de soja transgénica o la mega minería a cielo abierto, que expulsa a miles de productores de alimentos del campo uruguayo, extranjerizando la tierra cada vez más y contaminando nuestros recursos acuíferos, creando más pobreza mediante la desocupación urbana y los salarios de hambre de miles de puestos de trabajo precarios, en negro y mal pagos.

Actualmente el INAU atiende a 68.800 niños y adolescentes. 4.043 en modalidad de tiempo completo, o sea internados, y 1.178 atendidos en el entorno familiar.

63.859 fueron atendidos en programas de tiempo parcial, lo que también nos indica cuánto del presupuesto institucional va a para a manos privadas, llámense ongs o como quieran nombrarse.

No a la sangría de funcionarios, sin tener preparadas los recambios necesarios para seguir construyendo una institución que cumpla con las funciones encomendadas por Ley.

Basta de hijos y entenados en el organismo.

Llamar a concurso para los cargos intermedios y direcciones de centros en SEMEJI y todas las divisiones para terminar con el acomodo y la falta de respeto a los cargos otorgados, así como asegurar que los responsables de los centros tengan la capacidad necesaria para la realización de proyectos educativos y de inserción social de los jóvenes.

Jorge Pérez